CRÓNICA
Por: Daniela Acosta Chávez
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| Fuente: La República |
Años atrás, el 31 de agosto de 2006, la empresa Euroamerican International Group S.A.C. presentó ante el Gobierno Regional de Arequipa una ambiciosa propuesta: construir un megapuerto de gran calado en la provincia de Islay. El expediente, conformado por 121 folios y 19 planos, detallaba un complejo portuario capaz de recibir buques de hasta 400 metros de eslora, con terminales ferroviarios, un aeropuerto y una ciudad puerto. A pesar de la formalidad del trámite, el proyecto se fue hundiendo poco a poco con el paso de los años. Pasaron seis gestiones regionales sin respuesta, y el expediente quedó archivado, invisible para todos salvo para las autoridades.
Mientras el tiempo avanzaba y otros puertos del país como Chancay o San Juan de Marcona captaban la atención nacional, Corío seguía siendo una promesa dormida. El Perú, golpeado por crisis políticas y económicas, veía cómo el sur perdía oportunidades clave de desarrollo. Sin embargo, en Arequipa la idea no murió. Los promotores del proyecto continuaron defendiendo su relevancia, recordando que Corío no era un puerto más, sino una infraestructura estratégica capaz de movilizar hasta 100 millones de toneladas métricas de carga al año, con una profundidad natural superior a la de cualquier otro puerto del litoral peruano.
Mientras el tiempo avanzaba y otros puertos del país como Chancay o San Juan de Marcona captaban la atención nacional, Corío seguía siendo una promesa dormida. El Perú, golpeado por crisis políticas y económicas, veía cómo el sur perdía oportunidades clave de desarrollo. Sin embargo, en Arequipa la idea no murió. Los promotores del proyecto continuaron defendiendo su relevancia, recordando que Corío no era un puerto más, sino una infraestructura estratégica capaz de movilizar hasta 100 millones de toneladas métricas de carga al año, con una profundidad natural superior a la de cualquier otro puerto del litoral peruano.
En medio de este escenario, el 2023 trajo consigo una nueva noticia. El actual gobernador regional, Rohel Sánchez Sánchez, anunció la reactivación del proyecto mediante un convenio con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). El acuerdo, con una inversión inicial de 7 millones de dólares, buscaba financiar los estudios técnicos que definirían la viabilidad del megapuerto. Sánchez aseguró que Corío no pretende competir con los puertos de Matarani o Chancay, sino complementarlos, posicionando al Perú como un eje portuario de Sudamérica. Subrayó que el objetivo es fortalecer la capacidad logística del país y abrir nuevas rutas comerciales hacia Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
El entusiasmo reavivó el debate público. Los medios nacionales comenzaron a hablar del megaproyecto como una oportunidad para descentralizar el desarrollo y potenciar las exportaciones del sur. Sin embargo, Euroamerican International Group reapareció reclamando la autoría de la idea original y denunciando que el Gobierno Regional habría “copiado” su proyecto sin reconocer su registro técnico. La empresa, representada por Olinda Manrique Valverde y el abogado Oswaldo Garate Correa, anunció la interposición de una demanda por daños y perjuicios que ascendería a mil millones de dólares. Además, exigieron investigar la presunta desaparición del expediente original, que en 2006 fue sellado y registrado oficialmente en la mesa de partes del Gobierno Regional.
El conflicto escaló rápidamente. El 26 de febrero de 2024, la empresa presentó una solicitud formal ante la Autoridad Portuaria Nacional (APN) para revisar los derechos sobre el proyecto. Poco después, el 8 de agosto de 2025, la APN emitió la Resolución de Acuerdo de Directorio N.º 0068-2025-APN-DIR, otorgando a la región la Viabilidad Técnica Temporal Portuaria (VTTP) para el desarrollo de los estudios del megapuerto. Sin embargo, solo cuatro días más tarde, el 12 de agosto de 2025, la misma entidad suspendió temporalmente la autorización para evaluar el análisis costo-beneficio de la obra.
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| Fuente: Diario Viral |
El conflicto escaló rápidamente. El 26 de febrero de 2024, la empresa presentó una solicitud formal ante la Autoridad Portuaria Nacional (APN) para revisar los derechos sobre el proyecto. Poco después, el 8 de agosto de 2025, la APN emitió la Resolución de Acuerdo de Directorio N.º 0068-2025-APN-DIR, otorgando a la región la Viabilidad Técnica Temporal Portuaria (VTTP) para el desarrollo de los estudios del megapuerto. Sin embargo, solo cuatro días más tarde, el 12 de agosto de 2025, la misma entidad suspendió temporalmente la autorización para evaluar el análisis costo-beneficio de la obra.
La noticia sacudió a Arequipa. En medio de comunicados, la empresa insistía en que su proyecto original debía ser reconocido, mientras el Gobierno Regional defendía la legalidad del nuevo proceso. La Autoridad Portuaria Nacional y el MTC solicitaron información detallada sobre la denuncia y el estado del expediente técnico, mientras los medios regionales cubrían cada avance con expectación.
Pese a la controversia, los estudios del megapuerto continuaron avanzando. A inicios del 2025, el presidente de la APN, Walter Tapia Zanabria, se reunió con las autoridades arequipeñas para afinar los plazos del estudio de demanda, previsto para concluir en junio de este año. Según el gobernador Sánchez, el 23 de septiembre de 2025 se definió que la convocatoria internacional para los estudios definitivos y la ejecución del proyecto se lanzará en este año, marcando un nuevo hito en el largo camino de Corío.
Tras una larga espera, el 11 de noviembre con gran expectativa se suscribió el esperado convenio de cooperación interinstitucional para el desarrollo integral del Megapuerto de las Américas Corío. El acuerdo, firmado entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), ProInversión y el Gobierno Regional de Arequipa, establece el marco para la articulación interinstitucional orientada a la convocatoria internacional de desarrolladores portuarios de clase mundial. El objetivo es garantizar el financiamiento, la habilitación, ejecución y operación del proyecto, todo ello conforme a la normativa nacional de promoción de la inversión privada.
Las proyecciones apuntan a que el puerto de Corío podría convertirse en el más grande del país, con una infraestructura multimodal que integraría transporte marítimo, ferroviario y aéreo. Sería, además, un punto de encuentro para la exportación de minerales, granos, gas natural y productos industriales del sur andino.
El megaproyecto no solo promete mover mercancías, también mover economías. A largo plazo, Corío transformará a Arequipa en un polo logístico del Pacífico Sur, fortaleciendo la relación comercial con los países vecinos. Expertos en infraestructura coinciden en que el puerto tiene condiciones naturales únicas, con un calado de 28 metros, que permite recibir embarcaciones de gran tonelaje sin necesidad de dragados costosos. Además, su ubicación estratégica permitirá canalizar carga procedente del Brasil y del altiplano boliviano a través de corredores interoceánicos, consolidando la integración regional.
El desarrollo de este proyecto permitirá que el distrito de la Punta de Bombón continúe en la mira de las autoridades y la ciudadanía; permitiendo que el Perú se conecte con todo el mundo. Corío no es solo un proyecto: es una oportunidad para fortalecer la economía nacional y reescribir el destino del sur peruano.
Pese a la controversia, los estudios del megapuerto continuaron avanzando. A inicios del 2025, el presidente de la APN, Walter Tapia Zanabria, se reunió con las autoridades arequipeñas para afinar los plazos del estudio de demanda, previsto para concluir en junio de este año. Según el gobernador Sánchez, el 23 de septiembre de 2025 se definió que la convocatoria internacional para los estudios definitivos y la ejecución del proyecto se lanzará en este año, marcando un nuevo hito en el largo camino de Corío.
Tras una larga espera, el 11 de noviembre con gran expectativa se suscribió el esperado convenio de cooperación interinstitucional para el desarrollo integral del Megapuerto de las Américas Corío. El acuerdo, firmado entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), ProInversión y el Gobierno Regional de Arequipa, establece el marco para la articulación interinstitucional orientada a la convocatoria internacional de desarrolladores portuarios de clase mundial. El objetivo es garantizar el financiamiento, la habilitación, ejecución y operación del proyecto, todo ello conforme a la normativa nacional de promoción de la inversión privada.
Las proyecciones apuntan a que el puerto de Corío podría convertirse en el más grande del país, con una infraestructura multimodal que integraría transporte marítimo, ferroviario y aéreo. Sería, además, un punto de encuentro para la exportación de minerales, granos, gas natural y productos industriales del sur andino.
El megaproyecto no solo promete mover mercancías, también mover economías. A largo plazo, Corío transformará a Arequipa en un polo logístico del Pacífico Sur, fortaleciendo la relación comercial con los países vecinos. Expertos en infraestructura coinciden en que el puerto tiene condiciones naturales únicas, con un calado de 28 metros, que permite recibir embarcaciones de gran tonelaje sin necesidad de dragados costosos. Además, su ubicación estratégica permitirá canalizar carga procedente del Brasil y del altiplano boliviano a través de corredores interoceánicos, consolidando la integración regional.
El desarrollo de este proyecto permitirá que el distrito de la Punta de Bombón continúe en la mira de las autoridades y la ciudadanía; permitiendo que el Perú se conecte con todo el mundo. Corío no es solo un proyecto: es una oportunidad para fortalecer la economía nacional y reescribir el destino del sur peruano.


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