CRÓNICA
Por: Daniela Acosta Chávez
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Fuente: Latina |
Agosto llegó con mucha alegría porque dio inicio a las fiestas arequipeñas. La ciudad conmemora otro aniversario más de su fundación. Sin embargo, el mes no solo bailó al ritmo del tondero, también se visitó con la camiseta blanquirroja al unirse todos lo peruanos por conseguir un logro internacional: la copa del “Mundial de Desayunos”
El 15 de agosto marcó el inicio en la competencia internacional por lograr el ansiado título. El creador de contenido español Ibai Llanos lanzó un innovador reality digital que captó la atención global: el famoso “Mundial de Desayunos”, en el que platillos de distintos países competían virtualmente por la copa al mejor desayuno.
A través de duelos en línea, el streamer propuso un formato sencillo. Cada nación debía presentar un desayuno típico y el público elegía al vencedor mediante votaciones en redes sociales.
Aunque Ibai señaló que los emparejamientos se daban “al azar”, también recalcó que los países invitados fueron seleccionados entre aquellos con las gastronomías más reconocidas del mundo. En ese sentido, Perú cumplía con todos los requisitos. Durante la última década, la cocina peruana ha sido premiada en numerosas ocasiones gracias al prestigio de sus restaurantes y a la riqueza de su tradición culinaria.
Fue así como el Perú debutó con el inconfundible “pan con chicharrón” la mañana del 18 de agosto, enfrentándose a los emblemáticos “chilaquiles con queso” de México. Los octavos de final fueron intensos. El fervor de los peruanos transformó la contienda en una verdadera muestra de identidad colectiva. Políticos, artistas, gobernadores e incluso efectivos policiales se sumaron desde sus redes sociales para promover el voto.
El resultado fue contundente: nuestro pan con chicharrón superó ampliamente a su rival con más de mil votos de diferencia, generando la sorpresa del propio Ibai, quien calificó la moción peruana como una auténtica “locura”.
A estas alturas del partido es meritorio conocer en qué consiste el pan con chicharrón, este suculento desayuno el cual tiene su origen en la costumbre de aprovechar la manteca del cerdo para freír y cocinar. De ahí nació el chicharrón, esa panceta dorada y crujiente que pronto se convirtió en la base de uno de los desayunos más populares del Perú. Esta carne se acompaña con camote frito crocantito y cebolla sazonada con especias aromáticas.
Mientras los demás países seguían batallando en el terreno virtual, el tiempo avanzaba. El Perú mantenía intactas las energías para continuar. El 28 de agosto, Ibai anunció los cuartos de final. Nuestro siguiente contrincante era nada más y nada menos que Ecuador. En esta ocasión, la competencia fue más dura, pues se introdujeron variantes. Ecuador presentó el encebollado, mientras que, a pedido del público, Perú añadió a su propuesta el tradicional tamal. La expectativa era mayor.
Este enfrentamiento fue reconocido como el de más acogida en esta fase del torneo. Una vez más, los peruanos no cedieron terreno, aunque los ecuatorianos tampoco bajaron la guardia. El duelo fue cerrado, con una diferencia mínima en los votos, pero la unión del Perú aseguró nuevamente la victoria.
El pan con chicharrón derrotó al desayuno ecuatoriano con 400 mil votos. Perú, convertido en la estrella del torneo, avanzaba firme rumbo a la gloria. La emoción fue tal que chefs internacionales elogiaban la gastronomía nacional. Autoridades, empresas grandes y pequeñas, alcaldes y ciudadanos en general aplaudían al pan con chicharrón. Incluso usuarios extranjeros subieron reels y TikToks alentando a votar, multiplicando el orgullo bicolor más allá de nuestras fronteras.
Los peruanos aguardábamos con ansiedad conocer al próximo rival. El 1 de septiembre Ibai anunció las semifinales. Esta vez nos enfrentaríamos a Chile, con su “marraqueta con palta”. Los medios digitales apodaron este enfrentamiento como el “Clásico del Pacífico digital”, reflejando la carga simbólica y emocional que despertaba en ambos países. El reto se tornó aún más competitivo que los anteriores.
El furor en el Perú se desbordó. Anuncios en las calles, activaciones de marcas, gobiernos y autoridades creando contenido en sus redes sociales, todos querían apoyar a este riquísimo desayuno. Seis días después, el 7 de septiembre, Ibai confirmó la noticia más esperada. El creador de contenido nos hacía despertar con muy buenas noticias. Perú había derrotado a Chile y clasificaba a la gran final. Esto era increíble. El furor aumentaba en nuestro país, realmente la gente estaba loca.
Ya no importaba quién fuera el último adversario, la confianza estaba en su punto más alto. Los días pasaron y las ganas de conocer a nuestro contrincante aumentaban. Finalmente, el 8 de septiembre, Ibai anunció que el rival sería Venezuela.
Este país es más que nuestro vecino, es un país con el que compartimos cultura, gente y un hogar en común. Los venezolanos presentaron su tradicional “arepa reina pepiada” acompañada de plátano, frijoles, huevo frito y un Maltín. Perú respondió con el ya imbatible pan con chicharrón, el tamal y el café pasado.
Comenzó entonces la gran final. Fueron siete días de nervios y expectación. Los votos subían y bajaban en ambas direcciones, la competencia era una total locura. Venezuela fue un digno rival, llegando incluso a tomar la delantera en algunas plataformas, lo que intensificó la determinación y ambición de los peruanos.
El 13 de septiembre por la mañana, Ibai dio el veredicto que todo el Perú esperaba. Tras una reñida batalla, el pan con chicharrón se coronó campeón con una diferencia de 200 mil votos. El streamer español lo anunció con entusiasmo: Perú había conquistado el “Mundial de Desayunos”.
La noticia desató una euforia nacional. En diversos puntos de Lima festejaban regalando panes con chicharrón, diferentes restaurantes armaban sus combos y productos en base a este representante conocido pero esta vez firmado ante los ojos del mundo como el campeón mundial de los desayunos.
Más allá de la anécdota, este fenómeno demostró la capacidad del Perú para movilizarse en torno a su patrimonio culinario. Lo que pudo haber sido un simple reto en TikTok trascendió hasta convertirse en un espacio donde se visibilizan la riqueza cultural, la creatividad y el orgullo nacional. Tanto así que el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego proclamó cada segundo domingo de septiembre como el Día Nacional del Pan con Chicharrón. ¡Esto solo pasa en el Perú!
En tiempos donde la imagen de un país se construye también en el entorno digital, este “Mundial de Desayunos” representó una oportunidad para proyectar la marca “Perú” al mundo entero desde la gastronomía, una de nuestras fortalezas más poderosas. Como señaló Ibai, lo que ocurre con la participación peruana es simplemente “una locura”. Una suculenta locura que confirma que el Perú tiene mucho que ofrecer.
A través de duelos en línea, el streamer propuso un formato sencillo. Cada nación debía presentar un desayuno típico y el público elegía al vencedor mediante votaciones en redes sociales.
Aunque Ibai señaló que los emparejamientos se daban “al azar”, también recalcó que los países invitados fueron seleccionados entre aquellos con las gastronomías más reconocidas del mundo. En ese sentido, Perú cumplía con todos los requisitos. Durante la última década, la cocina peruana ha sido premiada en numerosas ocasiones gracias al prestigio de sus restaurantes y a la riqueza de su tradición culinaria.
Fue así como el Perú debutó con el inconfundible “pan con chicharrón” la mañana del 18 de agosto, enfrentándose a los emblemáticos “chilaquiles con queso” de México. Los octavos de final fueron intensos. El fervor de los peruanos transformó la contienda en una verdadera muestra de identidad colectiva. Políticos, artistas, gobernadores e incluso efectivos policiales se sumaron desde sus redes sociales para promover el voto.
El resultado fue contundente: nuestro pan con chicharrón superó ampliamente a su rival con más de mil votos de diferencia, generando la sorpresa del propio Ibai, quien calificó la moción peruana como una auténtica “locura”.
A estas alturas del partido es meritorio conocer en qué consiste el pan con chicharrón, este suculento desayuno el cual tiene su origen en la costumbre de aprovechar la manteca del cerdo para freír y cocinar. De ahí nació el chicharrón, esa panceta dorada y crujiente que pronto se convirtió en la base de uno de los desayunos más populares del Perú. Esta carne se acompaña con camote frito crocantito y cebolla sazonada con especias aromáticas.
Mientras los demás países seguían batallando en el terreno virtual, el tiempo avanzaba. El Perú mantenía intactas las energías para continuar. El 28 de agosto, Ibai anunció los cuartos de final. Nuestro siguiente contrincante era nada más y nada menos que Ecuador. En esta ocasión, la competencia fue más dura, pues se introdujeron variantes. Ecuador presentó el encebollado, mientras que, a pedido del público, Perú añadió a su propuesta el tradicional tamal. La expectativa era mayor.
Este enfrentamiento fue reconocido como el de más acogida en esta fase del torneo. Una vez más, los peruanos no cedieron terreno, aunque los ecuatorianos tampoco bajaron la guardia. El duelo fue cerrado, con una diferencia mínima en los votos, pero la unión del Perú aseguró nuevamente la victoria.
El pan con chicharrón derrotó al desayuno ecuatoriano con 400 mil votos. Perú, convertido en la estrella del torneo, avanzaba firme rumbo a la gloria. La emoción fue tal que chefs internacionales elogiaban la gastronomía nacional. Autoridades, empresas grandes y pequeñas, alcaldes y ciudadanos en general aplaudían al pan con chicharrón. Incluso usuarios extranjeros subieron reels y TikToks alentando a votar, multiplicando el orgullo bicolor más allá de nuestras fronteras.
Los peruanos aguardábamos con ansiedad conocer al próximo rival. El 1 de septiembre Ibai anunció las semifinales. Esta vez nos enfrentaríamos a Chile, con su “marraqueta con palta”. Los medios digitales apodaron este enfrentamiento como el “Clásico del Pacífico digital”, reflejando la carga simbólica y emocional que despertaba en ambos países. El reto se tornó aún más competitivo que los anteriores.
El furor en el Perú se desbordó. Anuncios en las calles, activaciones de marcas, gobiernos y autoridades creando contenido en sus redes sociales, todos querían apoyar a este riquísimo desayuno. Seis días después, el 7 de septiembre, Ibai confirmó la noticia más esperada. El creador de contenido nos hacía despertar con muy buenas noticias. Perú había derrotado a Chile y clasificaba a la gran final. Esto era increíble. El furor aumentaba en nuestro país, realmente la gente estaba loca.
Ya no importaba quién fuera el último adversario, la confianza estaba en su punto más alto. Los días pasaron y las ganas de conocer a nuestro contrincante aumentaban. Finalmente, el 8 de septiembre, Ibai anunció que el rival sería Venezuela.
Este país es más que nuestro vecino, es un país con el que compartimos cultura, gente y un hogar en común. Los venezolanos presentaron su tradicional “arepa reina pepiada” acompañada de plátano, frijoles, huevo frito y un Maltín. Perú respondió con el ya imbatible pan con chicharrón, el tamal y el café pasado.
Comenzó entonces la gran final. Fueron siete días de nervios y expectación. Los votos subían y bajaban en ambas direcciones, la competencia era una total locura. Venezuela fue un digno rival, llegando incluso a tomar la delantera en algunas plataformas, lo que intensificó la determinación y ambición de los peruanos.
El 13 de septiembre por la mañana, Ibai dio el veredicto que todo el Perú esperaba. Tras una reñida batalla, el pan con chicharrón se coronó campeón con una diferencia de 200 mil votos. El streamer español lo anunció con entusiasmo: Perú había conquistado el “Mundial de Desayunos”.
La noticia desató una euforia nacional. En diversos puntos de Lima festejaban regalando panes con chicharrón, diferentes restaurantes armaban sus combos y productos en base a este representante conocido pero esta vez firmado ante los ojos del mundo como el campeón mundial de los desayunos.
Más allá de la anécdota, este fenómeno demostró la capacidad del Perú para movilizarse en torno a su patrimonio culinario. Lo que pudo haber sido un simple reto en TikTok trascendió hasta convertirse en un espacio donde se visibilizan la riqueza cultural, la creatividad y el orgullo nacional. Tanto así que el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego proclamó cada segundo domingo de septiembre como el Día Nacional del Pan con Chicharrón. ¡Esto solo pasa en el Perú!
En tiempos donde la imagen de un país se construye también en el entorno digital, este “Mundial de Desayunos” representó una oportunidad para proyectar la marca “Perú” al mundo entero desde la gastronomía, una de nuestras fortalezas más poderosas. Como señaló Ibai, lo que ocurre con la participación peruana es simplemente “una locura”. Una suculenta locura que confirma que el Perú tiene mucho que ofrecer.
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