martes, 16 de julio de 2024

ENTRE LA TRAGEDIA Y EL HEROÍSMO DE LEONCIO PRADO

Crónica
Por: Lucero Nayeli Paredes Cornejo


Valiente y lleno de determinación, Leoncio Prado Gutiérrez representa una figura emblemática en una época del Perú marcada por conflictos y logros heroicos que intentaban preservar la estabilidad y justicia del país ante disputas económicas, geopolíticas y territoriales. Este notable soldado nació en Huánuco el 24 de agosto de 1853, siendo hijo del General Mariano Ignacio Prado, quien fue presidente del Perú en dos periodos, 1865-1868 y 1876-1879.

Desde temprana edad, Prado mostró su espíritu combativo. A los doce años, ya era cabo en el Regimiento de Lanceros de la Unión, y a los trece años abandonó el Colegio Guadalupe para luchar contra los españoles. Participó en la escuadra que navegó hacia el sur de Chile y en el combate de Abtao, donde fue ascendido a Guardiamarina. Su valentía continuó en el combate del 2 de mayo de 1866 en el Callao, donde fue promovido al grado de Alférez.

Cuando estalló la Guerra del Pacífico, Leoncio Prado, con 26 años, regresó al Perú para defender su patria. Actuó tanto en la marina como en el ejército, participando en las guerrillas de Tacna y en la Batalla del Alto de la Alianza, donde su hermano Grocio Prado perdió la vida. Prado fue capturado en Tarata y enviado a Chile, donde vivió la etapa más dolorosa de su vida. Fue liberado bajo la promesa de no seguir luchando, pero su compromiso con el Perú lo llevó a continuar la lucha.

La "Campaña de la Breña" fue una guerra de desgaste librada en la sierra peruana por fuerzas irregulares compuestas por campesinos indígenas y montoneros, pobremente armados pero muy valientes. Estas fuerzas, lideradas por el General Andrés Avelino Cáceres, llevaron a cabo importantes acciones militares desde abril de 1881 hasta septiembre de 1883. Un autor chileno describió a estos hombres diciendo: "Recorrieron sin tregua ni descanso enormes distancias, pasando por cordilleras nevadas, cruzando ríos caudalosos, atravesando bosques primitivos y superando desfiladeros vertiginosos. Ni el frío de las cordilleras, ni la falta de agua y víveres, ni la escasez de municiones y medios de transporte para sus tropas, ni los desastres sufridos; nada fue suficiente para doblegar su voluntad de acero, ni quebrantar sus fuerzas físicas ni debilitar su energía."

El 10 de julio de 1883, la Batalla de Huamachuco comenzó con ventaja para las fuerzas peruanas. Sin embargo, la falta de municiones pronto cambió el curso de la batalla, resultando en una derrota devastadora para los breñeros. Los peruanos perdieron más de la mitad de sus efectivos, incluidos la mayoría de sus jefes y oficiales. Algunas fuentes calculan que hubo mil muertos y heridos.

El General Cáceres logró escapar y continuó la resistencia peruana, pero el Coronel Leoncio Prado, gravemente herido en la pierna, fue capturado pocos días después. La captura de Prado marcó uno de los momentos más trágicos en la lucha por la independencia y soberanía del Perú, pero también destacó su valentía y dedicación inquebrantable a su patria.

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