martes, 16 de julio de 2024

EL ARTE COMO PROFESIÓN: UNA PERSPECTIVA MÁS ALLÁ DE LO MATERIAL

Artículo de Opinión
Por: María Guadalupe Huaita Vilcapaza





Desde tiempos inmemoriales, el arte ha sido una de las expresiones más puras y bellas del ser humano. Ya sea a través de la pintura, la música, la danza o la literatura, el arte nos permite conectar con nuestras emociones más profundas y expresar nuestra creatividad de una manera única.

El amor por el arte es una pasión que ha inspirado a muchos a dedicar sus vidas a esta forma de expresión. Ya sea a través de la música, la actuación o la pintura, el arte ha demostrado ser una fuente inagotable de creatividad y belleza. Sin embargo, en la sociedad actual, esta pasión a menudo se ve minimizada y desvalorizada, considerada como una carrera poco viable que no garantiza un sustento económico estable.

Es cierto que el arte es un campo altamente competitivo y difícil de abrirse camino. Las oportunidades de trabajo son limitadas y la remuneración no siempre es la más generosa. Muchos artistas luchan diariamente para ganarse la vida, enfrentando la incertidumbre de no saber si su próxima obra será bien recibida o si podrán pagar las facturas al final del mes. Esta realidad puede desalentar a muchos a seguir su pasión y optar por carreras más convencionales y seguras.

Pero, ¿acaso el arte debe medirse únicamente en términos de rentabilidad económica? El valor del arte va mucho más allá de lo tangible, enriqueciendo nuestras vidas de maneras que el dinero no puede comprar. El arte tiene el poder de conmover, de inspirar, de provocar emociones profundas que nos hacen reflexionar sobre el mundo que nos rodea. Es a través del arte que podemos explorar nuestra creatividad, nuestra individualidad, nuestra humanidad.

Es triste ver cómo tantos talentos artísticos se ven obligados a abandonar sus sueños debido a la presión social y la falta de apoyo económico. El arte es una profesión noble y digna como cualquier otra, y merece ser valorada y respetada como tal. Ser un artista no significa necesariamente ser pobre o vivir al margen de la sociedad. Hay numerosos ejemplos de artistas exitosos que han logrado alcanzar la fama y el reconocimiento mundial gracias a su talento y dedicación.

El arte como profesión es una vocación que debe ser alimentada y apoyada, no menospreciada. Todos tenemos derecho a perseguir nuestras pasiones y seguir nuestros sueños, independientemente de lo que la sociedad pueda pensar al respecto. La idea de que el arte no puede ser una carrera rentable es un mito que perpetúa una visión limitada y utilitaria del mundo.

El arte es una forma de trabajo tan válida como cualquier otra, y merece ser respetada y valorada como tal. Los artistas dedican horas interminables de trabajo y dedicación a perfeccionar su arte, a experimentar y a crecer como creadores. Su labor merece ser reconocida y recompensada, no sólo en términos económicos, sino también en términos de apoyo y valoración por parte de la sociedad.

Es hora de cambiar nuestra percepción del arte como una carrera "no rentable" y comenzar a valorarla por lo que realmente es: un pilar fundamental de nuestra cultura y nuestra humanidad. El arte merece un lugar de honor en nuestra sociedad, y debemos apoyar a aquellos que han decidido dedicar sus vidas a esta noble y hermosa profesión. Porque al final del día, el amor por el arte es lo que nos hace humanos, lo que nos conecta con nuestra esencia más profunda.

Es importante cambiar la mentalidad de la sociedad y empezar a valorar y apreciar el arte como una carrera legítima y valiosa. Solo así podremos permitir que los artistas florezcan y sigan inspirando al mundo con su creatividad y talento. El arte no solo es una forma de expresión, sino también una fuente de sustento y realización personal. Vale la pena luchar por nuestros sueños y perseguir nuestra pasión, incluso si la sociedad no lo considera "un trabajo real".





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