EL AMOR POR AREQUIPA: DONDE EL ORGULLO SE LLEVA EN LA SANGRE Y EL SENTIMIENTO PROFUNDO EN EL CORAZÓN

Artículo de Opinión

Por: María Guadalupe Huaita Vilcapaza

Arequipa, tierra de sol y de orgullo, es más que una ciudad, es un sentimiento. Para los habitantes de esta región del sur de Perú, el sentimiento de identidad y pertenencia a su tierra es algo que se lleva en el corazón y se defiende con fervor. El orgullo arequipeño es una manifestación de la riqueza cultural, histórica y geográfica que caracteriza a esta región, y que la convierte en un lugar único y especial.

Cada rincón de esta región está impregnado de historia y cultura, de tradiciones que han sido transmitidas de generación en generación, y que forman parte del ADN de cada arequipeño. La ciudad blanca, como se le conoce a Arequipa por su arquitectura de sillar blanco, es un lugar que cautiva a quien la visita, que enamora a quien la conoce, y que deja una huella imborrable en el corazón de quienes tienen el privilegio de llamarla su hogar.

En Arequipa, se respira un aire distinto, se siente una vibra diferente. Sus imponentes paisajes, sus deliciosos platos típicos, su arquitectura colonial, y sobre todo, su gente amable y acogedora, hacen que cada habitante se sienta parte de algo grande y valioso. Es por ello que los arequipeños se consideran en cierta medida como un país aparte dentro de Perú. No es que renieguen de su condición de peruanos, al contrario, se sienten orgullosos de serlo. Pero al mismo tiempo, saben que su tierra tiene algo especial que la distingue del resto de departamentos.

Sin embargo, esta sensación de orgullo y de identidad propia no siempre es entendida por quienes vienen de otras partes del país, especialmente de la capital. Para muchos limeños, Arequipa puede parecer un tanto arrogante o altiva en su actitud, al considerarse a sí misma como un lugar superior al resto. Pero lo cierto es que esta actitud no es más que el reflejo de un profundo amor y respeto por su tierra natal.

El orgullo arequipeño no se basa en menospreciar a otras regiones, sino en valorar y enaltecer todo aquello que hace de Arequipa un lugar único y especial. La herencia cultural de los pueblos originarios, la influencia de la colonia española, la belleza de sus paisajes naturales y la calidez de su gente, son solo algunas de las razones por las cuales los arequipeños se sienten tan orgullosos de su tierra.

Este orgullo es algo que se lleva en la sangre, que se hereda de generación en generación y que une a todos quienes aman esta tierra. No pueden evitar sonreír cuando escuchan a alguien hablar con cariño de Arequipa o cuando se encuentran con un paisano en cualquier parte del mundo.

Además, Arequipa ha sabido destacar a nivel nacional e internacional en diversos ámbitos, como en la gastronomía, la artesanía, la literatura, la cultura y el turismo. Sus calles empedradas, sus casonas coloniales, sus iglesias y plazas, son testigos mudos de la historia y la cultura que se ha forjado a lo largo de los siglos en esta región.

Por todo ello, no es de extrañar que los arequipeños se sientan como en otro país dentro de Perú. Su orgullo y amor por su tierra es una muestra de la pasión y el compromiso que tienen con su historia, su cultura y su identidad. Y aunque para muchos pueda parecer excesivo, para los arequipeños es simplemente una forma de mostrar su gratitud y su respeto por todo aquello que los hace únicos y especiales. Porque el orgullo arequipeño es más que un sentimiento, es una forma de vida.