martes, 11 de junio de 2024

LA AMENAZA DE LA EXPANSIÓN URBANA EN AREQUIPA

Crónica
Por: Lucero Nayeli Paredes Cornejo

La expansión urbana descontrolada está causando estragos en las áreas agrícolas, transformando no solo el paisaje, sino también el estilo de vida de las comunidades. Este crecimiento desmedido genera una mayor demanda de transporte público, suelo e industrias, impactando negativamente en las áreas verdes que una vez caracterizaron a la campiña de Arequipa. La industrialización y la urbanización están provocando una contaminación significativa y una preocupante reducción de estos espacios naturales.

En el 2012 Carlos Lozada, presidente de la Asociación Pro-Campiña, estimó que en la última década se habían perdido alrededor de mil hectáreas de campiña, distritos como Cerro Colorado, Cayma, Paucarpata y Sachaca son los más afectados. En Sachaca, por ejemplo, desde el Mirador se observan ahora más urbanizaciones que áreas verdes, una muestra evidente del avance urbano sobre el paisaje agrícola.

Para el 2019, la situación seguía avanzando. El Instituto Municipal de Planeamiento de Arequipa (IMPLA) reportó que entre 2012 y 2016, alrededor de 500 hectáreas de tierra agrícola fueron convertidas en zonas urbanas y es que la alta demanda de terrenos en el área metropolitana, con precios que oscilaban entre 600 y 1300 dólares por metro cuadrado, incentivó a los propietarios a dejar la agricultura y vender sus tierras para desarrollos inmobiliarios, aunque la Municipalidad Provincial de Arequipa prohíbe la construcción de viviendas en estas zonas, la depredación parece ser imparable.
Una comisión del Concejo Municipal, en el 2021, reveló numerosos casos de construcciones ilegales en áreas protegidas de la campiña en Sachaca, Cayma y Cerro Colorado. Por ejemplo, en la Vía Evitamiento, se identificaron 72 predios, incluyendo fábricas y mercados, construidos sin ninguna documentación legal. Según Pedro Santos Quispe, presidente de la comisión de ese entonces, muchas de estas construcciones se realizaron después del 2016, año en que se aprobó el Plan de Desarrollo Metropolitano, a pesar de los conflictos existentes en esas áreas.

El año pasado, los agricultores continuaron su lucha por conservar la campiña. La falta de apoyo y políticas favorables hacia la agricultura conllevó a muchos a vender sus tierras debido a las pérdidas en las cosechas. Germán Cutimbo, exgerente del IMPLA, explicó que el valor del suelo urbano es mucho mayor que el del suelo rural, lo que aceleró la depredación de las áreas agrícolas.

Carlos Zeballos Velarde, director Nacional de Asuntos Tecnológicos del Colegio de Arquitectos del Perú, subraya que no basta con prohibir la urbanización; es crucial promover el desarrollo de la agricultura local con actividades complementarias que generen mayores ingresos para los agricultores. Esta actividad es vital, no solo por los beneficios ambientales y paisajísticos que ofrece, sino también por su importancia económica y social para la comunidad.

La preservación de la campiña arequipeña es esencial para el bienestar de la región. La expansión urbana descontrolada y falta de políticas efectivas están llevando a la desaparición de estos valiosos espacios verdes. Es urgente implementar medidas que equilibren el desarrollo urbano con la conservación del entorno agrícola, asegurando un futuro sostenible para Arequipa.

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