CRÓNICA PERIODÍSTICA
Por: Nayely Kassandra Luque Yanqui
La madrugada del 7 de diciembre, Villa María del Triunfo fue escenario de una tragedia que conmocionó al Perú. Una niña de apenas 12 años fue encontrada sin vida en la casa de un vecino, con signos de violencia, luego de haber sido echada de su hogar tras una discusión con su madre. Todo comenzó cuando, en un acto de ira, la madre de la menor, presuntamente en estado de ebriedad, la expulsó de su casa con gritos que retumbaron en el vecindario: "No quiero volver a verte".
Las cámaras de seguridad registraron a la niña corriendo por las calles, sola y desamparada. Durante esas horas cruciales, quedó expuesta a la vulnerabilidad de la calle, donde aparentemente conoció a su agresor, Gerson Alexander Juárez Tapia, de 26 años, un hombre que vivía cerca a su hogar.
Al parecer, el agresor se acercó a la menor bajo el pretexto de ayudarla. En un momento de necesidad, la niña le pidió prestado su celular para llamar a su abuela, pero, al no obtener respuesta, Gerson aprovechó la situación para llevarla a su hogar. La niña, confiando en él, accedió a entrar en la vivienda, sin imaginar que sería el lugar donde perdería la vida y del cual jamás volvería a salir.
Horas después, los familiares denunciaron su desaparición. Una llamada anónima proporcionó la primera pista, un hombre aseguró haber visto a la niña y afirmó que ella se negó a ser llevada a la comisaría. Fue una amiga de la familia quien, utilizando una aplicación para rastrear números telefónicos, identificó al sospechoso. Con esa información, la familia y la policía llegaron a la vivienda de Juárez.
En la casa el presunto criminal intentó desviar las sospechas asegurando desconocer el paradero de la menor. Sin embargo, los agentes y familiares insistieron en inspeccionar el lugar. El hallazgo fue aterrador, bajo una alfombra pesada, yacía el cuerpo sin vida de la niña. Según confesó fríamente Juárez, la estranguló tras un intento de abuso, colocando un colchón sobre ella antes de dormir como si nada hubiera ocurrido.
Gerson Juárez fue detenido inmediatamente como el principal sospechoso. Las investigaciones preliminares confirmaron signos de violencia en el cuerpo de la menor, especialmente en cuello y brazos, revelando la brutalidad del ataque. La medida fue dictada por el juez Carlos Ayala Figueroa del 4to Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte de Lima Sur, quien dispuso su detención preliminar por siete días, desde el 8 hasta el 15 de diciembre, por la presunta comisión del delito de feminicidio en perjuicio de la menor. Juárez Tapia permanece recluido en la Unidad de Homicidios, ubicada en la avenida España, mientras el Ministerio Público reúne pruebas para formular un nuevo requerimiento en su contra.
Paralelamente, la madre de la niña también se encuentra bajo investigación por posible negligencia y abandono. Testigos y grabaciones respaldan la hipótesis de que fue ella quien, en un acto de ira, la echó de casa, dejándola a merced de un destino fatal.
Quizás la madre nunca imaginó que aquel acto impulsivo de ira contra su hija sería el motivo de no volver a verla jamás. Tampoco pudo prever que un monstruo estaría al acecho, esperando la más mínima oportunidad para cometer un crimen atroz. Lo cierto es que, como adultos, y sobre todo como padres, tenemos el deber y la obligación de proteger a nuestros menores, porque nunca se sabe cuándo estos criminales estarán listos para hacerles daño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario