lunes, 28 de octubre de 2024

¿REALMENTE LOS MENORES DE EDAD SABEN LO QUE IMPLICA EL TÉRMINO “SUGAR DADDY”?

ARTÍCULO DE OPINIÓN

Por: Nayely Kassandra Luque Yanqui                                



 

En la actualidad somos testigos de un fenómeno cultural que, aunque aparentemente inofensivo, plantea serios riesgos, la normalización de las relaciones entre "sugar daddies" y menores de edad. La popularización de esta terminología y sus implicaciones en la vida de los jóvenes es preocupante, ya que puede trivializar una dinámica que, en el fondo, es potencialmente perjudicial y peligrosa.

La figura del "sugar daddy" se refiere a un hombre mayor que proporciona apoyo financiero o material a una persona más joven a cambio de compañía, atención o incluso relaciones íntimas. Mientras que este tipo de relaciones puede ser consensuado entre adultos, la inclusión de menores en este contexto es preocupante. Muchos jóvenes que empiezan a familiarizarse con este concepto no comprenden completamente los riesgos que conlleva. Al normalizarlo, como muchas veces se ve en redes sociales, bajo el título de “ventajas de tener un sugar” les estamos enviando un mensaje erróneo sobre el valor de las relaciones y la sexualidad.

Uno de los principales problemas radica en la falta de madurez emocional y comprensión de las implicaciones que tienen estas relaciones. Los adolescentes, en su búsqueda de validación y afecto, pueden sentirse atraídos por la idea de recibir regalos o dinero de alguien mayor. Sin embargo, esta atracción puede nublar su juicio y llevarlos a situaciones de explotación o abuso. Las dinámicas de poder inherentemente desiguales en estas relaciones son peligrosas, ya que pueden crear un ambiente propenso a la manipulación y el abuso emocional.

Además, la normalización de términos como "sugar daddy" en la cultura juvenil puede fomentar a verlo como algo de moda, por ende, muchos empezarán a querer tener un “sugar”. Los jóvenes pueden comenzar a ver las relaciones interpersonales a través de una lente materialista, donde el valor de una persona se mide por lo que puede ofrecer económicamente. Esta visión distorsionada del amor y la intimidad no solo afecta su desarrollo personal, sino que también contribuye a una sociedad que prioriza lo superficial sobre lo significativo, dejando de lado la salud mental de los demás.

Series de televisión, canciones y plataformas de redes sociales a menudo glorifican y romantizan las relaciones con "sugar daddies", presentándolas como aspiracionales. Esta representación sesgada puede influir en la percepción que los jóvenes tienen de estas dinámicas, haciéndolas parecer inofensivas o incluso deseables.

La responsabilidad recae no solo en los adultos que deberían supervisar el contenido que consumen los jóvenes, sino también en la sociedad en general, pues romantizar este tipo de relaciones, confundirá a los jóvenes, que aún no conocen los peligro que alberga el mundo.

No se trata solo de una cuestión de lenguaje, sino de las implicaciones más profundas que tiene en la forma en que los jóvenes entienden el amor, las relaciones y su propio valor personal.

 

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