EL SISTEMA DE SALUD EN AREQUIPA Y SUS DEFICIENCIAS CRÓNICAS

Artículo de Opinión
Por: Lucero Nayeli Paredes Cornejo

El sistema de atención en salud en Arequipa por años fue calificado como deficiente, en pleno 2024 la situación parece empeorar, las falencias estructurales y operativas continúan afectando a la población que depende de sus servicios. El 31 de mayo, esta realidad se hizo más evidente cuando muchas personas que esperaban ser atendidas en el hospital Honorio Delgado Espinoza se encontraron con la suspensión de sus citas debido a equipos malogrados, este incidente es un reflejo de un sistema que carece de recursos y una gestión efectiva.

Es indispensable resaltar que la situación en el área de gastroenterología del nosocomio es una muestra palpable de la crisis. Los dos únicos equipos de endoscopía están fuera de servicio por desperfectos, y la partida presupuestaria asignada por el gobierno regional para la compra de nuevos equipos sigue sin ejecutarse, lo que obligó al hospital a alquilar equipos temporales para suplir la demanda, resultando una carga adicional y la inevitable suspensión de la atención mientras se realizan las reparaciones, mientras tanto los pacientes fueron derivados a los hospitales Goyeneche e IREN Sur, sin embargo este traslado sólo genera sobrecarga en estos centros.

¿No es importante atender con agilidad a los pacientes?, ¿qué importancia realmente tienen para el Estado?. El drama se traslada al área de ecografías, donde los equipos disponibles están malogrados y los pocos que funcionan tienen una baja resolución que compromete la precisión de los diagnósticos, la situación se vuelve insoportable porque los pacientes esperan tres meses para una ecografía, lamentablemente esto puede significar la diferencia entre la detección temprana y el avance irreversible de una enfermedad con consecuencias potencialmente fatales.

La ineficiencia en la ejecución de los presupuestos asignados no solo refleja una grave negligencia sino también la falta de compromiso con la salud pública. Las promesas de mejora y la asignación de partidas presupuestarias deben traducirse en acciones concretas y eficaces. La salud de la población no puede seguir siendo postergada por la burocracia y la indiferencia.

Es sumamente necesario que las autoridades tomen medidas urgentes para abordar estas deficiencias, porque la falta de equipos adecuados por una mala gestión de los recursos no son problemas menores, son fallas graves que afectan directamente la vida y el bienestar de los ciudadanos.