viernes, 11 de julio de 2025

CÁNCER EN JÓVENES EN AREQUIPA: UNA LUCHA QUE COMIENZA ANTES DEL TRATAMIENTO

REPORTAJE

Por: Karen Pinto Cahuana

“Un 3 de diciembre del 2024 yo acudí a la Liga contra el cáncer, y la doctora Eliana estaba ahí, me revisó, me escultó y ahí es donde ya sabía que era un cáncer de mama”, contó Eileen Apaza Mamani. Ella es estudiante de la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa - UNSA. En medio de trabajos, prácticas preprofesionales y su preparación para el bachillerato, jamás imaginó que con tan solo 29 años tendría que enfrentar una de las noticias más duras de su vida: el cáncer. Una palabra que siempre había escuchado de lejos, asociada al miedo, al dolor… y que de pronto se volvió parte de su historia personal. “El tipo de cáncer que me han diagnosticado es un tipo HER2”, señaló.

Todo comenzó con una simple molestia en el hombro, justo al terminar el semestre universitario. “Yo pensé que era por estrés, por el fin de año, no le tomé importancia… pero un día noté algo raro en mi cuerpo. El 3 de diciembre del 2024 acudí a la Liga Contra el Cáncer y ahí fue donde confirmaron que era cáncer de mama”, relató.

Aunque el diagnóstico fue rápido, asumirlo no lo fue tanto. Eileen conocía de cerca esa batalla. “Mi mamá lo tuvo. Ver esa expresión en el rostro de la doctora fue volver a recordar lo mismo. Yo veía a mi mamá y decía ‘yo no quiero pasar por eso’”, contó.

Aunque el cáncer la obligó a dejar cosas que amaba, como la danza, nunca se rindió: “Yo antes bailaba caporal y todo tipo de danza, pero lo he dejado… no tengo el cabellito, pero sí me gustaría volver. Sé que puedo regresar a bailar”.

Pese a la mastectomía radical y la caída del cabello, ella nunca dejó de estudiar ni de enseñar en un colegio. “Seguí haciendo lo que tenía que hacer, sabía que tenía que seguir. Quiero seguir enseñando. El cabello se cayó, pero no importa, el cabello crece”, dijo con convicción.

Reconoce que hay días duros, días en los que llora, en los que se cansa más de lo normal. Pero aprendió a vivir un día a la vez: “Si tengo que hacer algo hoy día, lo hago hoy. Si es para mañana, lo hago mañana. No me voy a cargar mucho, no me voy a saturar. Un paso a la vez, y disfrutar cada momento”.

La enfermedad que ya no espera a envejecer

Tradicionalmente se ha relacionado el cáncer con adultos mayores, pero esa realidad ha cambiado. En los últimos años, los casos en personas menores de 50 años han aumentado significativamente. Según datos oficiales, la incidencia es dos a tres veces más frecuente en jóvenes que en adultos mayores. En Arequipa, se registran alrededor de 250 nuevos casos anuales entre personas de 15 a 60 años, según informó el Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas (IREN Sur).

A nivel nacional, la Liga Contra el Cáncer informó que en 2024, el 80 % de sus pacientes tenía entre 30 años a más, siendo el cáncer de mama, cuello uterino, tiroides, piel, colon y estómago los más comunes.

En cuanto al panorama global, tampoco es alentador. La OMS prevé más de 35 millones de nuevos casos para el 2050, un aumento del 77 % respecto a 2022. Malos hábitos alimenticios, tabaquismo, alcohol, sedentarismo e incluso problemas de sueño están entre los factores que elevan el riesgo.

Desde una mirada médica

La Dra. Lissette Ruelas Gutiérrez, médica oncóloga, advirtió que “en los últimos 20 años la incidencia de cáncer en personas menores de 50 años ha aumentado en un 78%. Y eso es una cifra alarmante”. Para ella, el reto es doble: tratar, pero sobre todo detectar a tiempo. “Los cánceres que se están viendo ahora más frecuentes en menores de 50 años son el cáncer de mama, cuello uterino, colorrectal, de estómago, linfomas y melanomas”, indicó.

Uno de los grandes problemas es que los jóvenes suelen ignorar o minimizar los síntomas. “Los tamizajes usualmente van dirigidos a mayores de 40 años. Pero los jóvenes, por no pensar que pueda pasarles, postergan la atención y eso retrasa el diagnóstico”, señaló la especialista.

Además, reconoció que “el diagnóstico de cáncer es una palabra dura a cualquier edad. Lo importante es acompañar al paciente, explicarle su enfermedad y todas las opciones terapéuticas que tiene”.

Impacto emocional: el cuerpo cambia y la vida también

Para la psicóloga Pamela Cuba Urrutia, el impacto emocional en jóvenes es profundo, afectando distintas dimensiones de su desarrollo personal y social. “El diagnóstico de cáncer definitivamente es muy duro. Puede causar problemas de depresión, ansiedad y estrés, porque sienten desesperanza... uno escucha cáncer y piensa que probablemente en un corto plazo va a dejar de existir”, señaló.

A su vez, la psicóloga explicó que, a diferencia de los adultos, los jóvenes enfrentan un conflicto adicional con su imagen corporal. “El problema sería en los cambios que tiene en su imagen, en su aspecto personal, el que pueden observar los compañeros. A partir del tratamiento podría esperarse la caída del cabello, problemas en las uñas o en los dientes. Esto puede afectar su autoestima”, explicó.

Indicó también que la terapia desempeña un papel esencial en estos casos, ya que brinda al paciente herramientas emocionales para afrontar el proceso de manera más resiliente. “Va a ayudar a que ellos desarrollen estrategias que los ayuden a enfrentar esta situación. Se les enseña a aceptar la realidad y a manejarse en base a ella”, mencionó.

La especialista también advirtió que, aunque sin quererlo, las personas cercanas al paciente pueden cometer errores que afectan emocionalmente. Uno de ellos es demostrar lástima en exceso, ya que esto puede hacer que el joven se sienta como una carga, en lugar de sentirse valorado. Otro error común es alejarse o desaparecer del entorno cotidiano, lo cual puede generar en el paciente la sensación de que ya no es importante para los demás.

“No estás sola”

A quienes recién están empezando esta dura batalla, Eileen les envía un mensaje lleno de sinceridad y fuerza. Reconoce que el miedo y el llanto forman parte del proceso, pero también la voluntad de seguir adelante. Por eso, hoy le dice a otras jóvenes que quizás


acaban de recibir un diagnóstico parecido: “Vas a sentir que todo se te derrumba… Es normal. Date tu tiempo para soltar, para llorar, pero al día siguiente te vas a levantar y vas a decir: sí, voy a lograr esto… Busca tu círculo más cercano, siempre va a haber alguien que esté contigo. Si hoy te caes, mañana te levantas. Solo sigue”, mencionó.

El cáncer no avisa, y por eso muchas veces se detecta tarde. Lo que vivió Eileen, como muchos jóvenes en Arequipa, nos recuerda que esta enfermedad no distingue edades. La prevención es importante. Cuidarse es una forma de resistir, y como dice Eileen: “Haz tu chequeo, revísate y acude al doctor. No tengas miedo”.

 

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