jueves, 5 de junio de 2025

LORD BYRON: DEL PRESTIGIO AL ESCÁNDALO

CRÓNICA 

Por: Oneida Chayña López

Durante décadas, el colegio Lord Byron fue sinónimo de calidad académica en Arequipa. Su nombre resonaba con fuerza entre las familias que buscaban una formación rigurosa y de alto nivel para sus hijos. Con una imagen cimentada en la disciplina y la excelencia, pocos imaginaban que esta institución privada se vería envuelta en uno de los casos más delicados del ámbito educativo regional. Hoy, está bajo la lupa por un presunto caso de abuso sexual y encubrimiento, que podría llevar incluso a su clausura definitiva.

La historia salió a la luz a fines de abril, cuando los padres de una estudiante de 13 años descubrieron, en el celular de su hija, una serie de videos de contenido íntimo. El material, según las primeras investigaciones, habría sido enviado por el docente Raúl John Lozano Bedoya, quien mantenía contacto con la menor dentro del recinto educativo.

Lo más alarmante es que algunos de estos videos habrían sido grabados en las propias instalaciones del colegio. Además, el Ministerio Público informó que el docente habría ingresado al domicilio de la adolescente cuando esta se encontraba sola. La situación no solo conmocionó a la familia, sino que puso en entredicho la seguridad que el colegio prometía a sus alumnos.

Con el corazón en vilo, los padres acudieron a la institución en busca de respuestas. Pero lo que recibieron fue, según su testimonio, una propuesta de acuerdo que pretendía deslindar al colegio de toda responsabilidad. La respuesta institucional, lejos de priorizar la protección de la menor o la transparencia del proceso, se percibió como una maniobra para evitar el escándalo.

Si bien el parte policial indica que no se habría producido una agresión sexual dentro del colegio, sí existen pruebas que evidencian una relación constante e inadecuada entre el docente y la estudiante dentro del ambiente escolar. Fue la madre quien, el 24 de abril, descubrió los archivos incriminatorios y, desde entonces, no ha cesado en su exigencia de justicia.

La reacción institucional fue débil y tardía. Solo tras la presión de un grupo de padres de familia —que acudieron con el acta policial en mano— se procedió a suspender temporalmente al profesor. Una medida que muchos consideran insuficiente, considerando la gravedad del caso.

Ante estos hechos, la Gerencia Regional de Educación de Arequipa confirmó que se encuentra evaluando la posibilidad de aplicar la máxima sanción contra el colegio privado, debido a que no se habría comunicado de forma oportuna la denuncia presentada. La omisión, en casos de esta naturaleza, puede costar caro.
 


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