ENTREVISTAS
Por: Karen Pinto Cahuana
A 24 años del último gran sismo que remeció Arequipa, la preocupación por la seguridad estructural y la planificación urbana ante futuros eventos sísmicos sigue siendo un tema pendiente. En una región ubicada en una zona de alta actividad tectónica, la necesidad de construir con criterios técnicos, materiales adecuados y supervisión profesional se vuelve prioritaria. Sin embargo, la expansión desmedida de la construcción informal, la falta de control estatal y la desconexión entre política urbana y estudios técnicos ponen en riesgo la vida de miles de personas. En este contexto, conversamos con el Arq. Juan Francisco Melgar Begazo, decano del Colegio de Arquitectos de Arequipa, quien desde su experiencia y conocimiento técnico analiza la realidad de la construcción en la ciudad y propone medidas para reducir la vulnerabilidad sísmica.
A 24 años del último gran sismo que remeció Arequipa, la preocupación por la seguridad estructural y la planificación urbana ante futuros eventos sísmicos sigue siendo un tema pendiente. En una región ubicada en una zona de alta actividad tectónica, la necesidad de construir con criterios técnicos, materiales adecuados y supervisión profesional se vuelve prioritaria. Sin embargo, la expansión desmedida de la construcción informal, la falta de control estatal y la desconexión entre política urbana y estudios técnicos ponen en riesgo la vida de miles de personas. En este contexto, conversamos con el Arq. Juan Francisco Melgar Begazo, decano del Colegio de Arquitectos de Arequipa, quien desde su experiencia y conocimiento técnico analiza la realidad de la construcción en la ciudad y propone medidas para reducir la vulnerabilidad sísmica.
— Arquitecto Melgar Begazo, muy buenos días ¿cómo está usted? Somos Radio Universidad TV UNSA.
— Buenos días. Estoy aquí atento, en este momento, en que estamos haciendo un recuerdo del edificio, que ocurrió el mismo año que estábamos cumpliendo la declaración del Patrimonio Cultural de la Humanidad, de la tercera declaración, y estábamos teniendo un sismo en Arequipa.
— Buenos días. Estoy aquí atento, en este momento, en que estamos haciendo un recuerdo del edificio, que ocurrió el mismo año que estábamos cumpliendo la declaración del Patrimonio Cultural de la Humanidad, de la tercera declaración, y estábamos teniendo un sismo en Arequipa.
— A 24 años, arquitecto, ese sismo en Arequipa.
— Con esta circunstancia, pues estamos en una zona sísmica, puede ocurrir en cualquier momento y lo bueno es que haya liberación de la presión sísmica, para que no, pues no haya donde entrar.
— Ahora, arquitecto, ¿planificamos? ¿Trabajamos realmente en ese nivel para poder enfrentar a estos movimientos sísmicos que se dan a nivel global? Las autoridades planifican? Nosotros como ciudadanos también, porque no solo es tarea de las autoridades, también de nosotros como ciudadanos ¿Cómo observa la estructura en Arequipa? La construcción, por ejemplo, de casas en el centro de la ciudad, en el sector rural?
— El mayor problema que yo veo, no solo a nivel local sino a nivel nacional, es que la informalidad en la construcción ha llegado a niveles extremos. En la posición que ha tenido el Ministerio de Vivienda, y ahí yo lo culpo directamente, es haber permitido que la informalidad crezca en todos los sentidos. Y haber retirado el derecho de controlar y de verificar los proyectos de vivienda, por parte de los delegados del colegio, en lo que son los niveles B, es decir, las viviendas unifamiliares o bifamiliares que antes se revisaban por parte de los delegados, ha permitido que se hagan revisiones muy antiguas, y de repente no por personal capacitado, porque se construyen viviendas sin control alguno, porque la autoconstrucción y la construcción sin donde hay controles se ha extendido llegando al 70% significaciones de la ciudad. Ese es el riesgo. El riesgo es la falta de control. No podemos garantizar, porque muchas viviendas no tienen realmente las condiciones para recibir un sismo de 8 grados, como podría ocurrir en cualquier momento en nuestra localidad.
— Sabemos que se siguen construyendo, como usted mencionaba, estas viviendas sin asesoría técnica, sin cumplir el reglamento nacional, y en muchos casos sin los materiales adecuados. En una zona como Arequipa, donde los sismos son muy frecuentes, ¿hay avances en el uso de tecnología antisísmica?
— En realidad, los avances sí, de tecnología antisísmica en todo el mundo y porque también hay zonas como Japón que son zonas sísmicas, también han desarrollado muchas fórmulas para poder llegar a tener construcciones que sean resistentes y que puedan reaccionar constructivamente a un sismo. Pero además, nosotros para las viviendas acá, tenemos materiales que ya han sido comprobados que resisten físicamente. O sea, tenemos pruebas reales porque han pasado terremotos y han pasado pruebas. Acá tenemos el concreto armado, tenemos el ladrillo de calidad, tenemos la construcción mixta como en portería, las construcciones mixtas significan que la columna y el muro trabajan juntos, están confinados y tiene mucha fortaleza para una vivienda eficiente. Para los edificios ya se han desarrollado los sistemas de ejes o bielas flexibles que permiten que se aísle la indicación y no sucumba ante un un sismo.
Hay mucha tecnología, pero esta tecnología debe ser trasladada adecuadamente y debe ser calculada por un ingeniero civil, con el que trabajamos siempre en colaboración, con los ingenieros y los arquitectos, en conjunto somos los que podemos usar de la seguridad absoluta o muy cercana, muy grande a la población para que puedan tener viviendas, edificaciones, equipos, hospitales, hoteles, etcétera, que tengan las condiciones. Ustedes recordarán el puente el puente Consuelo, que está construido hace muchos años con toda la estabilidad que corresponde. En algún momento trabajé en todo ese expediente. Y muchos hoteles y demás que están construidos.
Todo es cuestión de que se hagan las cosas de manera adecuada y que la población confíe en los profesionales, arquitectos e ingenieros. Los arquitectos diseñamos y los ingenieros calculan; y les podemos dar la garantía de que si hay una edificación que tiene condiciones antisísmicas como corresponde.
— ¿Cuánto influye también el suelo arequipeño en el comportamiento de estas edificaciones durante el sismo? ¿Hay zonas más vulnerables que otras dentro de la ciudad?
— Sí, y ahí hay algo que quisiera resaltar ahora que se está haciendo el desarrollo metropolitano. En el año que se hizo el primer plan del siglo XXI, se planteó una zona llamada de alto peligro. Si bien el concepto podría ser muy interesante y bueno, preocupado porque la zona podría ser una suelo de mal suelo, pero sin embargo, el porcentaje de edificaciones que se han dañado en el lugar ha sido mínimo. Entonces, ahora tenemos que tener mucho cuidado, en saber realmente qué áreas, y para eso tienen que trabajar los ingenieros geólogos, de estudio del suelo, tiene que ser exhaustivo para determinar dónde y cómo se debe cimentar, y en qué áreas no debemos construir. Hay zonas que están en riesgo mayor por estar cerca a zonas de deslizamientos
— Arquitecto, sobre este tema, ¿no hay un estudio por parte de la academia, los colegios profesionales, por parte de los gobiernos locales?
— Hay estudios, pero no a nivel completo, o sea, deberían haber estudios con mayor profundidad. La academia tiene estudio. Por supuesto que sí, pero estos estudios de academia tienen que trasladarse a mapeos reales y eso tienen que estar contenidos en el plan de desarrollo metropolitano, para que los planteamientos en altura más puedan estar vinculando y también se pueda pensar en las áreas que son de riesgo, tanto por avenidas, por huaycos, y que sepamos qué áreas son seguras para construir. Eso es muy muy posible de determinar, y no podríamos considerar que la inmobiliaria vaya a construir fuera de la campiña lugares adecuados y lejos de las zonas de riesgo.
— Sobre las políticas también y esta prevención urbana, ¿considera que Arequipa cuenta con un plan urbano estructurado para enfrentar un gran sismo? ¿Qué tan preparado está el sistema público de infraestructura en los colegios, los hospitales, las vías?
— Bueno, cada vez que se presenta un proyecto tiene que estar acompañado de un plan de seguridad. Ese plan de seguridad implica que está la edificación con condiciones para evacuación, zonas de protección, cuando tiene que tener escaleras de emergencia, en la situación. Hay muchas personas, muchos clientes, te dicen: no, no quiero ponerlo, pues no. Es que justamente el tema se trata de que tienen que colaborar entre el cliente, el arquitecto y las instituciones para lograr indicaciones que se cumplan la normatividad y esto tiene que ser responsabilidad de todos. No, acá no podemos ahorrar y poner en riesgo la vida, como se ha hecho en el norte donde se cayó un mall porque hubo un mal diseño de una estructura.
— Arquitecto, usted dice que el 70% en Arequipa es autoconstrucción. Ahora, usted dice que la academia sí tiene documentos, este estudio especial, ¿correcto? Y dígame, ¿en qué distritos son los más críticos en Arequipa?
— Lo que ocurre es lo siguiente, por ejemplo, hay partes de Cayma que tienen suelos, mejores suelos. Hay sectores de la parte del Sur que tienen suelos muy blandos, con menos resistencia. Como también hay zonas que son muy trepidantes, son muy gelatinosas por la cantidad de agua que tiene el suelo. Entonces estos elementos sí quieren estar compuestos, pero además, cuando nace un proyecto, es una obligación imprescindible un estudio de suelos específico con calas hechas por un ingeniero especializado en estudio de suelo y varias empresas, porque de lo contrario no se garantiza. Pero, por otro lado, el que construye en forma común, el que hace esas construcciones informales se arriesga, porque finalmente deducen que lo que está haciendo la implementación y demás está bien. Y es cuando nosotros nos preocupamos de que en muchas edificaciones en zonas de laderas están construidas en forma empírica, puedan poner en riesgo la vida de muchas familias y creo que tenemos que parar la informalidad. Alguien tiene que empezar a poner orden en nuestra ciudad. Y poner orden no es hacer daño a nadie. Es hacer las cosas como corresponden. Cumplir la normatividad en lo más cercano, práctico y que la población esté segura. Esa es la idea.
— Ahora, en el caso del cono norte, por ejemplo, ¿cómo están los suelos? ¿cómo viene avanzando la construcción en ese sector? El cono norte específicamente, arquitecto Melgar.
— Bien, lo que pasa es que hay que tener una una idea de historia geológica de Arequipa. Arequipa, nuestro sillar, el sillar con el que hemos construido los monumentos, es una piedra volcánica, es un tufo volcánico, es un producto de una actividad de magma. La gran parte sobre la que está asentada casi toda Arequipa es una corteza de magma que se ha abierto y directamente ha fluido, y tenemos una potencia o una altura, una profundidad más de 300 metros de sillar. Estamos como asentados sobre sillar. Eso es una gran ventaja. Una gran ventaja. Es un suelo sólido. Entonces, podemos tener opciones. El cono norte es una muy buena opción, pero si sigue consumiéndose de esa manera desparramada, sin planificación, donde se utilizan los suelos orgánicos de manera irresponsable, ya no va a haber la posibilidad de construir condominios, edificaciones coherentes, donde mejor se podría hacer un buen proceso de desarrollo en una ciudad moderna y que no dañaríamos, digamos, espacios como la Campiña.
— ¿Qué medidas concretas no propone usted, doctor, para reducir la vulnerabilidad sísmica de las viviendas informales que ya existen, que ya se encuentran en nuestra ciudad?
— Bueno, es imprescindible, podríamos hacer un trabajo entre la academia, el colegio de arquitectos y el colegio de ingenieros junto con los estudiantes de las universidades y hacer brigadas de control, dentro de lo que es el trabajo del Observatorio Urbano que la 3133 se permite. Entonces, estoy proponiendo y bueno, el tiempo ha sido corto para hacer la convocatoria, la voy a volver a hacer ahora. Tuve que viajar a Lima para ver el contexto nacional de Colegio de Arquitectos, pero en esta convocatoria lo que se va a hacer es construir este observatorio urbano para que se pueda hacer el control necesario sobre las edificaciones y se pueda hacer un diagnóstico por medio de una estadística, de un análisis de cómo realmente están las viviendas y hacer las operaciones de caso. Hay viviendas que necesitan ser reforzadas definitivamente, tiene que tener reforzamiento antes y para que no ocurra lo que ocurrió en el sismo que tuvimos en Arequipa donde varias edificaciones se dañaron y tuvieron que ser reconstruidas.
— Cierto, pero yo miro y observo el Hospital Regional Honorio Delgado Espinoza, por ejemplo, ese hospital tan antiquísimo y ahí está parado, arquitecto.
— Sí, es que lo que pasa es que depende cómo las edificaciones se hacen con profesionales y en cada momento han habido gente capacitada. Y hay algunos que dicen, por ejemplo, el Hospital Honorio Delgado, es una maravilla, o sea, este edificio se hizo justamente pensando que tuviera una estructura sólida que permitiera, como corresponde también, el seguro social. Entonces los hospitales se hacen con una condición de seguridad más alta porque deben sobrevivir a cualquier evento para el servicio y así debemos construir.
Las declaraciones del Arq. Juan Francisco Melgar Begazo ponen de manifiesto la crítica situación que enfrenta Arequipa en materia de seguridad estructural y planificación urbana. La expansión descontrolada de la construcción informal, sumada a una regulación estatal insuficiente y la falta de estudios geotécnicos rigurosos, eleva considerablemente el riesgo ante un sismo de gran intensidad. Ante este escenario, el arquitecto resalta la necesidad de una acción conjunta entre la academia, los colegios profesionales y las autoridades, con el fin de establecer un observatorio urbano que permita realizar un diagnóstico de las edificaciones actuales y promover un desarrollo metropolitano seguro, planificado y sostenible.
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