lunes, 22 de julio de 2024

LA LEY DEL MÁS RICO: GRAVAR LA RIQUEZA EXTREMA PARA ACABAR CON LA DESIGUALDAD?

Artículo de Opinión
Por: Sharon Taco Ccahua






En un mundo donde el 1% más rico ha amasado casi el doble de la riqueza que el resto de la población global en los últimos dos años, queda claro que estamos inmersos en una era de disparidades económicas extremas. Un reciente informe del Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre revela que, en la última década, los súper ricos han generado una riqueza de cerca del 50% . En los años más recientes, esta tendencia se ha acelerado, con unos pocos acumulando riqueza a un ritmo alarmante mientras millones de personas luchan por sobrevivir.

La fortuna de los milmillonarios crece a un ritmo de 2,700 millones de dólares diarios. Esta situación se agrava debido a que al menos 1,700 millones de trabajadores y trabajadoras viven en países donde la inflación supera el crecimiento salarial. Oxfam propone una solución clara: gravar la riqueza extrema de multimillonarios y milmillonarios con un impuesto del 5%, lo que podría generar 1.7 billones de dólares anuales, suficientes para sacar a 2,000 millones de personas de la pobreza.

El informe "La ley del más rico" se publica en un momento clave, coincidiendo con las reuniones del Foro Económico Mundial en Davos. Aquí, las élites globales se encuentran en medio de una crisis de desigualdad, donde la riqueza y la pobreza extremas han aumentado simultáneamente por primera vez en 25 años. Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, enfatiza la necesidad urgente de aplicar mayores impuestos a los súper ricos y a las grandes empresas como una solución viable a las múltiples crisis que enfrentamos hoy.

La acumulación de riqueza de los milmillonarios ha alcanzado niveles desproporcionados. Desde 2020, el 1% más rico ha acaparado 26 billones de dólares, el 63% de la nueva riqueza generada, mientras solo 16 billones de dólares han llegado al resto de la población mundial. Esta desigualdad se refleja en el crecimiento de las fortunas individuales: por cada dólar de nueva riqueza global que percibe una persona del 90% más pobre, un multimillonario se embolsa 1.7 millones de dólares. El crecimiento extraordinario en sectores como la energía y la alimentación ha incrementado aún más las riquezas de los más ricos. Por ejemplo, 95 grandes empresas de estos sectores duplicaron sus beneficios en 2022, destinando la mayoría de estas ganancias a remunerar a sus accionistas. Este fenómeno ha contribuido significativamente al aumento de la inflación en países como Australia, Estados Unidos y el Reino Unido, donde los beneficios empresariales han sido responsables de al menos el 50% del crecimiento inflacionario.

La propuesta de gravar la riqueza extrema no es solo una cuestión de justicia económica, sino también una necesidad práctica para reducir la desigualdad y promover un desarrollo sostenible. Actualmente, la tributación sobre la riqueza representa solo una pequeña fracción de los ingresos fiscales globales, y los súper ricos disfrutan de un sistema fiscal que les permite pagar tasas impositivas efectivas mucho más bajas que las personas con menores ingresos. Elon Musk, uno de los hombres más ricos del mundo, pagó un tipo impositivo real del 3% entre 2014 y 2018, mientras que Aber Christine, una vendedora de harina en Uganda, paga en impuestos el 40% de lo que gana, con ingresos de apenas 80 dólares al mes. Esta disparidad evidencia la necesidad urgente de una reforma fiscal que grave adecuadamente la riqueza extrema.

Históricamente, los impuestos aplicables a los más ricos han sido mucho más altos. Durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el tipo marginal en el impuesto sobre la renta federal en Estados Unidos superó el 90%, lo que contribuyó significativamente al desarrollo de servicios públicos como la salud y la educación. Hoy, en contraste, muchos países han reducido los tipos impositivos sobre las rentas más altas mientras han aumentado los impuestos al consumo, afectando desproporcionadamente a quienes tienen menos.

Gravar la riqueza extrema no solo es posible, sino que es un paso necesario para corregir las profundas desigualdades que afectan a nuestro mundo. Los ingresos generados podrían transformar vidas, mejorando el acceso a servicios básicos y reduciendo la pobreza a gran escala. Es hora de reconocer que un sistema económico que permite la acumulación de riqueza en manos de unos pocos a expensas de la mayoría no es sostenible ni justo. La ley del más rico podría ser el primer paso hacia un futuro más equitativo y próspero para todos.

No obstante, imponer impuestos sobre la riqueza extrema también conlleva riesgos y posibles consecuencias negativas. Uno de los argumentos en contra es que los impuestos excesivamente altos sobre los ricos podrían desincentivar la inversión y la innovación, esenciales para el crecimiento económico. Los multimillonarios a menudo reinvierten gran parte de su riqueza en nuevas empresas y tecnologías, creando empleos y impulsando la economía en general. Además, los impuestos sobre la riqueza pueden ser difíciles de implementar de manera efectiva. Los súper ricos tienen los recursos para emplear sofisticadas estrategias de evasión fiscal y trasladar su capital a jurisdicciones con impuestos más bajos, lo que podría reducir significativamente los ingresos fiscales esperados. Esto también podría llevar a una "fuga de cerebros" y la relocalización de talento y empresas a países con políticas fiscales más favorables.

Otra preocupación es que los impuestos elevados sobre la riqueza extrema podrían tener un impacto negativo en los mercados financieros. La venta masiva de activos para pagar impuestos podría desestabilizar los mercados, afectando no solo a los ricos, sino también a los inversores comunes y a los fondos de pensiones. Es necesario que se aborde un enfoque integral que incluya reformas estructurales en nuestra educación, sistema de salud, y el acceso a oportunidades económicas. Porque solo gravar la riqueza extrema sin abordar estos factores subyacentes podría no ser suficiente para crear una sociedad más equitativa y sostenible.













No hay comentarios:

Publicar un comentario