La Asociación de Exportadores (ADEX) informó del inusitado
crecimiento de las exportaciones de prendas de vestir peruanas a Venezuela en
medio de la crisis de nuestros principales mercados, EE.UU. y la Unión Europea, por lo que teme que nos encontremos frente a una burbuja
comercial que genere una aparente bonanza que oculte la gravedad de las
condiciones en las que se desarrollan el sector.
Según cifras del Sistema de Inteligencia Comercial ADEX
DATATRADE, entre enero y julio de este año el Perú exportó confecciones a ese
mercado por US$ 283.7 millones, 160% más que en el mismo periodo del año pasado
(US$ 109.2 millones). Con esas cifras, Venezuela se posicionó como el segundo
destino de ese subsector, luego de EE.UU. Sin embargo los exportadores tienen
algunas reservas y se preguntan si es un crecimiento inusitado, un hipo
circunstancial y más importante aún, si es
sostenible en el tiempo.
El primer elemento extraño del crecimiento hacia Venezuela
es el elevado precio que se registra en las operaciones de exportación. Estamos
hablando de precios que promedian los US$70/Kg. versus un precio promedio
general de US$48/Kg. La experiencia nos dice que los crecimientos en base a
precios no duran mucho.
Lo cierto es que si se excluye a Venezuela, el precio
promedio que reciben los exportadores peruanos es de US$ 41/Kg., de modo tal
que no se puede decir que el sector tiene buenos precios y que por lo tanto
están en condiciones de enfrentar una serie de sobrecostos causados por la
falta de competitividad y, sobre todo, por políticas que elevan los costos.
El otro elemento que debe analizarse con mayor cuidado es
que el 56% de las exportaciones a Venezuela es explicado por 305 empresas que
recién inician sus exportaciones a este mercado el presente año. Ojalá que
estos números revelen el surgimiento de una nueva industria de confecciones
pero un mercado de precios inusitadamente altos y que convoca a un alto número
de nuevos jugadores se parece más a una burbuja comercial que a un nuevo
desarrollo empresarial.
La otra cara de la moneda la conforman las empresas
orientadas a EE.UU., que sufren una contracción de la demanda y que son
seriamente afectadas por factores internos como el incremento del costo de la
energía eléctrica, el restablecimiento de costos laborales como la prima textil
y la persistente caída del tipo de cambio. Dicho sea de paso, la mayoría de las
empresas orientadas al mercado americano no se han reorientado a Venezuela y
las que tienen presencia en EE.UU. han estado ahí de manera sostenida desde
hace muchos años.
Las principales partidas exportadas al “mercado llanero”
entre enero y julio son “Los demás ‘t-shirts’ de algodón, para hombres o
mujeres” que sumó US$ 62 millones (207% de avance), “Las demás camisas, blusas de punto de
algodón para mujeres o niñas” que alcanzó los US$ 26.3 millones (146%), “Los
demás ‘t-shirts’ de algodón para niños o niñas” que facturó US$ 16.7 millones y
avanzó 198%.
Otras partidas que crecieron son “Conjuntos para mujeres o
niñas de las demás materias textiles (49,123%) al pasar de tan sólo US$ 2,592 a
US$ 1.2 millones a julio de este año. También “T-shirts y camisetas interiores
de punto de las demás materias textiles” que avanzó 818% y sumó US$ 6.6
millones.
El dato
Entre enero y julio de este año, las exportaciones a
Venezuela estuvieron a cargo de 509 empresas, algunas de las cuales pese a ser
recientemente constituidas (2011 y 2012), ya reportan envíos por más de US$1
millón.
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