Reportaje
Por: Lucero Nayeli Paredes Cornejo
La Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa no solo tiene estudiantes, docentes y administrativos, también tiene una comunidad de cuatro patas que el destinó formó y el amor conservó. Es así que la casa de estudios se convirtió en el hogar de perros callejeros que encontraron refugio por sí solos en sus instalaciones.
Sonia Choque Martínez, trabaja en el Laboratorio de Informática de la Escuela Profesional de Ingeniería Civil, su amor por los animales, la motivó a cuidar, alimentar, bañar y estar pendiente del bienestar de cada uno de los canes. Ella lidera una asociación llamada “amigos de los animales de la UNSA”, que se creó como respuesta a posible eliminación de los canes que habitaban en la universidad.
A lo largo de los años, Sonia Choque enfrenta diversos desafíos para proteger a los perros de la universidad, porque algunas personas no los quieren en el campus. A pesar de ello, la asociación continúa su labor con dedicación y compromiso.
CREACIÓN DE LA ASOCIACIÓN
En el 2015, durante la convención minera, cuando se pretendía eliminar a los perros que habitaban el campus universitario. Sonia decide crear “Amigos de los animales de la UNSA. "En ese entonces, el perro más emblemático era Scooby. Un grupo de amigas que queremos a los animales, decidimos formar la asociación con la Dra. Erika Guerra, docente de Arquitectura, la Dra. Luz Castillo, docente de Biología, la Ing. Irene Zea, docente de Química, y el señor Eduardo Allasi, quien creó el Facebook 'No Pedí Ser Callejero' en favor de los derechos de los perros" recuerda.
Scooby se convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos de los animales en el campus, enfrentando diversas adversidades sobre su salud. Gracias a la dedicación de la asociación, Scooby y otros perros recibieron el cuidado necesario para sobrevivir.
UN COMPROMISO PERSONAL
Sonia, melancólica, reflexiona sobre la presencia de perros en la universidad, reconoce que no siempre fueron bien recibidos. "Hay gente que no los quiere, pero nosotros los hemos defendido". Actualmente, el área de Ingeniería alberga a Rex, el hijo de Scooby, Tefi, Maruja la madre de Rex y otros dos perros. En el área de Sociales hay entre cuatro y seis; y tres en Biomédicas.
Para Sonia, el cuidado de los perros es un compromiso personal arraigado en valores familiares, de hecho fue su mamá quien le enseñó a cuidar y amar a los perros. Es una cuestión de responsabilidad. Aunque reconoce que no tiene feriados, porque no existe un solo día que no deje la comida para los canes en todas las áreas de la universidad, cuando ella viaja puede alejarse más de dos días de la ciudad.
La dedicación de Sonia y los otros miembros de la asociación, representan una red de apoyo que incluye a docentes, administrativos y estudiantes comprometidos con el bienestar animal. "Cecilia Díaz Pinto, Raquel Valdivia y otros en la Facultad de Economía también protegen a los animales. En biomédicas, contamos con la doctora Blanca Mallorca, la doctora Luz Castillo y la doctora Jackie Martínez", menciona.
Lamentablemente la asociación enfrenta desafíos económicos a diario, para el cuidado de los perros. Sonia relata que los tratamientos veterinarios y las esterilizaciones son financiados con dinero propio y mediante campañas en redes sociales. "Cuando Scooby se enfermó, pagamos una parte con nuestro dinero y otra parte se financió con una campaña en Facebook. La comunidad, sindicatos y personas ajenas asumieron los costos", explica.
ESPERANZA AL GRAN CAMBIO
La asociación continúa su labor con la esperanza de cambiar la percepción y el tratamiento de los perros en el campus y en la comunidad de Arequipa. La historia de Scooby y su descendencia es un testimonio del poder de la compasión y el compromiso comunitario. "Todos los perros aquí han venido por su cuenta, buscando refugio y cuidado. Nosotros les brindamos eso y más", concluye Sonia con una sonrisa.
Amigos de los Animales de la UNSA es un ejemplo inspirador de cómo la colaboración y el amor por los animales pueden hacer una diferencia significativa en sus vidas y en la comunidad en general. Este acto de amor debe servir de ejemplo a la sociedad para que se concientice la importancia del cuidado de los perros en la ciudad, ya que al igual que nosotros, son seres vivos que merecen respeto y una vida digna.
El problema de los perros abandonados no es exclusivo de la UNSA. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cantidad de perros no debería superar el 10% de la población humana. En Arequipa, con una población estimada de 1.3 millones de habitantes, debería haber 130,000 perros, pero la realidad es que existen más del doble.
Jorge Sánchez, decano del Colegio Médico Veterinario de Arequipa, explica que en 2008 se estimó que había 300,000 perros en Arequipa. "A la gente de Arequipa le gustan los perros, pero no todos son responsables con la tenencia", afirma.
A pesar que Arequipa cuenta con dos centros caninos municipales, uno de la Municipalidad Provincial de Arequipa y otro de la Municipalidad Distrital de Cerro Colorado, únicamente pueden albergar a 30 perros, un número extremadamente bajo respecto a la cantidad de canes que habitan en las calles.
El trabajo continuo de Sonia que parte de su amor por los amigos de cuatro patas refleja cómo las personas podemos ser parte del cambio, podemos cambiar la situación en la que se encuentran muchos canes callejeros que están expuestos a entornos insalubres y peligrosos. El trabajo continuo de la asociación amigos de los animales de la UNSA, aporta significativamente y nos enseña que podemos ser parte del cambio desde las pequeñas acciones.
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