Estos equipos serán de gran ayuda ahora que la pandemia presenta una curva de crecimiento y más personas necesitan hospitalización. Con los cascos los pacientes recibirán una mejor atención para luchar contra la Covid 19 y otros males respiratorios.
Se denomina CPAP a la presión positiva continua en las vías respiratorias, que funciona enviando un flujo constante de oxígeno mientras el paciente duerme. La presión de aire permite que las vías respiratorias se mantengan abiertas.
“Esta es una muestra de lo que será más adelante la producción vinculada a la innovación, desarrollo y transferencia del conocimiento con el Parque Científico Tecnológico. Desde UNSA estamos comprometidos en ser agentes de cambio y desarrollo, sobre todo abordar soluciones concretas en alianza con diversas instituciones”, dijo el Rector Agustino.
Fue la Oficina Universitaria de Responsabilidad Social la que permitió el financiamiento para el desarrollo de este prototipo. Para la producción de mayor número de cascos se requiere de financiamiento externo.
La Coordinadora General del CiteSoft UNSA, Dra. Eveling Castro Gutiérrez, explicó que cada una de las piezas fue diseñada en los laboratorios de la Casa Agustina. Para su confección se trabajó con el Colegio de Enfermeras y el personal del hospital III de ESSALUD Yanahuara que ayudó en la confección del material plástico que rodea el cuello del paciente.
El dispositivo aísla al paciente desde el cuello hacia arriba, generando un espacio hermético; disminuyendo la propagación del virus hacia el personal médico y asistencial, elimina los riesgos de infección derivados de la intubación endotraqueal y tienen un acceso rápido a las vías respiratorias.
Esta es la segunda entrega de equipos al sector salud. La primera constó de 4 cascos, dos de ellos para el hospital de Mollendo, uno para Camaná el último para el hospital de Yanahuara. En esta nueva entrega 06 implementos son para EsSalud y 06 para el Honorio Delgado.
El diseño está basado en un modelo de Italia, donde su costo es de 600 dólares, mientras que el casco CPAP de la UNSA solo requiere de 150 dólares por cada equipo, lo que haría posible su producción en masa si se contara con financiamiento de la empresa privada o el estado.
A diferencia del modelo italiano, la patente de la UNSA tiene un mejor sistema de circulación de aire, con una pequeña pieza llamada cúpula que permite el flujo en espiral del aire y expulsión de CO2, que ya no se queda en el paciente, según explicó el jefe del servicio de UCI de ESSALUD, Dr. José Merello Tejada, quien colaboró en el diseño del casco.
La Jefa de la Oficina de Seguros del Hospital Honorio Delgado Espinoza, Dra. Julissa Pinto Roldan, explicó que estos casos serán utilizados de inmediato en los pacientes del Hospital COVID, al existir una alta demanda de equipos médicos.
Pese a las limitaciones, la Dra. Eveling Castro indicó que de contar con el apoyo y con una segunda impresora láser que está por llegar a la UNSA, podrían producir todos los componentes y armar alrededor de 100 cascos por mes para ayudar a los pacientes que sufren problemas respiratorios como los originados por la COVID 19.
OFICINA UNIVERSITARIA DE IMAGEN INSTITUCIONAL-UNSA
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