La pesca artesanal es uno de los oficios más antiguos y también uno de los más sacrificados. La labor de un pescador puede tener una hora de inicio, pero no se sabe a qué hora o después de cuantos días puede terminar.
Este es el arduo trabajo que realizan miles de hombres y mujeres en los mares, ríos y lagos de nuestro país. De esta manera trabajan día a día Jorge Holguín, Alejandro Navarro y Fabián Rossel, pescadores artesanales que se han ganado un sitio en Mistura con sus exquisitos platos de gran sabor y una historia para contar.
“Suelo salir a pescar con mi caballito de totora de madrugada, cuando ingreso al mar no se ve nada, me paso surcando olas hasta encontrar la mayor cantidad de peces”, cuenta Jorge Holguín, pescador de 44 años del puerto de Pimentel (Lambayeque).
Jorge ganó la copa “Mejor Pescador Cocinero 2016”, en el certamen organizado por el Programa Nacional A Comer Pescado del Ministerio de la Producción. Él heredó las habilidades culinarias de su madre, quien le enseñó a preparar, entre otros platos, el sudado de cachema y el tramboyo con chicha de jora, que ha sido recibido con gran acogida entre el público misturero.
Alejandro “El Chino” Navarro, pescador de 50 años, trabaja en la caleta de Atico (Arequipa). A los 14 años se embarcó como ayudante y desde entonces su vida ha girado en torno al mar, las embarcaciones, su hogar, los amigos y la cocina.
“Nosotros trabajamos a la hora en que la mayoría duerme, porque es justamente en la madrugada cuando hay más especies disponibles. Durante el día se esconden”, cuenta el ganador del segundo lugar del concurso Mejor Pescador Cocinero.
“El Chino” incursionó en la cocina como jugando, pero desde que su sazón pegó entre sus compañeros de embarcación no ha dejado de cocinar. Entre sus especialidades están las “tortillas de cangrejitos azules” y los “cebiches de mariscos”.
El entusiasta Fabián Rossel (56 años), pescador buzo artesanal del puerto de Ilo (Moquegua), empezó a pescar desde la adolescencia. Hoy es uno de los mejores de su puerto por su destreza y habilidad para sumergirse a grandes profundidades.
“He trabajado también en embarcaciones y ahí fue donde inicié mi gusto por la cocina. Me gusta hacer mis platos con lapas, pota, lisa y otras especies marinas, porque todas representan una fuente rica de nutrientes y creo que son los alimentos que pueden asegurar una buena alimentación del país”, relata.
Fabián ocupó el tercer lugar en el concurso, pero se siente igual de ganador que sus dos compañeros. Él se ha encargado de destacar las propiedades de la pota y las lapas.
A estos hombres del mar, los pueden encontrar en la “Caleta del Pescador Cocinero” en Mistura, al costado del Gran Mercado (entre las puertas 9 y 10 de la feria).
Cabe mencionar que “A Comer Pescado” busca revalorar el arduo trabajo que realizan a diario, en ríos, lagos y mares los pescadores artesanales para llevar pescados u otros productos hidrobiológicos a las mesas de los hogares peruanos, contribuyendo con la nutrición y la seguridad alimentaria del país.
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