domingo, 31 de agosto de 2014
Verdes paisajes y Volcanes nevados se unen para dar vida a una de las regiones más intensas del país, Arequipa. Su capital, del mismo nombre y conocida como la Ciudad Blanca, es sinónimo de belleza arquitectónica, tradición, paisajes y campiñas envidiables.
Su caprichosa geografía recorre el desierto costero y se eleva hasta los Andes dibujando majestuosos volcanes que han marcado por siempre la vida de sus habitantes. El Misti (5825 msnm.), el Chachani (6075 m) y el Pichu Pichu (5664 m) son los guardianes eternos de la Ciudad Blanca, mientras que Ampato (6288 m) y el Sabancaya (5976 m) vigilan celosos el Valle del Colca.
Apus, montañas sagradas de los Andes, a los que se les rinde tributo desde tiempos ancestrales, como la vida ofrendada, cuando los Incas dominaban estas tierras, de una joven doncella hallada en el corazón del Ampato, “Juanita” (1995), para pedir a los dioses por tiempos mejores o agradecer los frutos de la tierra.
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