Por. Oneida Chayña López
Ayca informó que las evaluaciones buscarán verificar las condiciones de infraestructura y seguridad de cada iglesia, y que en algunos casos podría reducirse el aforo hasta un 80 % debido a la alta concurrencia esperada. La medida tiene como finalidad salvaguardar la integridad de los asistentes.
Las inspecciones se realizarán en coordinación con la Fiscalía de Prevención del Delito, que acompañará en dos visitas: la primera para emitir observaciones y la segunda, programada para un día antes del Jueves Santo, para verificar si estas fueron corregidas.
El subgerente explicó que las revisiones incluirán la supervisión de elementos estructurales como bóvedas, vigas, techos y columnas, así como del sistema eléctrico, todo bajo los criterios técnicos establecidos por la normativa vigente.
Tras las inspecciones, se otorgará un plazo de una semana a los templos para subsanar las observaciones realizadas. Entre las irregularidades más frecuentes, Ayca mencionó la falta de señalización adecuada, problemas con el mantenimiento de pozos a tierra, y la necesidad de garantizar una adecuada fluidez en los pasillos para el ingreso y salida de los feligreses.
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