miércoles, 9 de octubre de 2024

LA MUERTE DE LUCÍA Y EL PESO QUE SU HIJO NO PUDO CARGAR MÁS

CRÓNICA PERIODÍSTICA

Por: Nayely Kassandra Luque Yanqui

Era una mañana tranquila en el distrito de Hunter, el día transcurría su curso con normalidad. Sin embargo, nadie podría haber previsto que en la intersección de las calles Mariscal Nieto y Zarumilla, una familia de adultos mayores estaría a punto de ver apagarse sus últimos y frágiles suspiros. Nadie imaginaba que el 2 de octubre marcaría el inicio de una tragedia que sacudiría a todos aquellos que conocían a la familia Huanca Lázaro.

Lucía Manuel Lázaro, con sus cien años de vida, era un símbolo de resistencia, admirada no solo por su longevidad, sino por el cariño con el que cuidaba a su hijo Mario Huanca, de setenta años, quien tenía síndrome de Down. La vida para ellos nunca había sido fácil, la edad avanzada les robaba la capacidad de realizar las labores cotidianas.

Sergio Huanca, el otro hijo de Lucía, de setenta y dos años, había buscado en el extranjero un futuro más prometedor, asumiendo la responsabilidad de mantener a su madre y hermano desde la distancia. Sin embargo, las distancias no siempre curan las tensiones ni alivian los problemas que una familia como la de los Huanca Lázaro enfrentaba en silencio.

La investigación preliminar de la Policía reveló que Sergio, el hijo mayor de Lucía, habría sido quien intoxicó a su madre y hermano. Nadie sabe con certeza qué pensamientos lo consumían aquel fatídico 2 de octubre, tal vez la carga de ser el sostén de su familia a pesar de su propia avanzada edad. Lo único claro es que los tres, Sergio, Mario y Lucía, ingirieron una mezcla letal de ácido muriático con gaseosa que los dejaría en estado crítico en el Hospital Honorio Regional Delgado Espinoza.

Sin embargo, tres días después de haber ingerido la sustancia, para Lucía y Mario, el esfuerzo de los médicos fue en vano, su frágil y longevo cuerpo no pudo resistir los efectos del tóxico, y falleció junto a su hijo el 5 de octubre.

Los rumores y la incertidumbre sobre la causa que empujó a Sergio a esa acción siguen flotando en el aire. Algunos vecinos especulan que las dificultades económicas y el agotamiento emocional tras años de responsabilidad podrían haber sido factores clave, para tomar esta decisión, lo cierto es que la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Jacobo Hunter consiguió que se le dicte 9 meses de prisión preventiva por los delitos de parricidio y homicidio calificado en agravio de su madre y hermano, quienes fallecieron luego de ser beber aquella sustancia tóxica.




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