ENTREVISTA
Por: Guillermo Miranda Choque
Promoviendo el impacto de las prácticas sostenibles como una forma de vida ecoamigable, el arquitecto Iván Camasacari comparte las posibilidades de uso del bambú. Siendo consciente de este potencial, pero también de los desafíos para la labor investigadora en el Perú, el especialista en sostenibilidad asume la misión de estudiar las propiedades de las especies peruanas del denominado acero vegetal.
¿Cuáles son los beneficios que encontramos con el uso de bambú?
A comparación de la madera, el bambú es totalmente ecológico y es maderable en cuatro años. A comparación de algunas maderas, con veinte a treinta años de crecimiento como mínimo, el impacto del bambú es menor. Sus bosques se regeneran mucho más rápido y su material, por ende, es sustentable.
Al ser este un país con un potencial gigante en bambú, no tenemos los estudios de exploración que avalen con qué especies se puede construir y ornamentar. Ahí nace mi iniciativa de investigar más sobre el bambú, sobre todo el nativo, porque si bien en el Perú tenemos bambú como la caña Guayaquil, que es una especie inducida del Ecuador, en nuestro país contamos actualmente con 24 especies nativas.
¿El bambú puede servir en la sierra y en la costa de la misma manera como lo hace en la selva?
Sí se puede aplicar y el uso es variado, lo puedes usar de cualquier forma. He visto que en Colombia, en vez de usar el fierro normal para poder hacer vigas y sobre todo columnas, están utilizando bambú, un bambucillo muy delgado, y están vaciando el concreto con ese bambú como soporte estructural. Funciona muy bien, por algo llaman al bambú como el acero vegetal.
¿Qué ejemplos de construcción sostenible encontramos en otros países?
Con bambú se construye en toda la línea ecuatorial. Por ejemplo, en Colombia hay muchos puentes de bambú, en Tailandia hay estructuras gigantes de este material, los tailandeses son los más capos en construir con él. Otro de los métodos que se replica en muchos lugares es la construcción con adobe, en África se construye mucho con adobe, hacen almacenes de alimentos con él, hay mucha investigación sobre este material como uno de los sistemas sustentables, porque es propio de la tierra.
Otro de los sistemas interesantes sería construir con sillar, ya que su huella de carbono es casi nula. Pero a pesar de que tenemos herencia en su construcción, la dejamos de lado. Los nuevos sistemas constructivos permiten usar sillar de modos diferentes, pero hay que investigar qué tanto se puede reducir su perfil para construir con él. Porque se tiene la noción de que el sillar es grande y grueso, y que no se ve estéticamente bien.
¿Qué tipos de estructuras podrían construirse a partir del bambú?
El bambú se puede trabajar no solo como estructura, sino como decoración, como latillas y como floreros. La idea sería cambiar la noción de que el metal es el único que resiste y es ligero. Por ejemplo, se puede usar bambú para hacer terrazas y así reducir la isla de calor que genera la ciudad. La mayoría de personas usan sus techos como almacenes o espacios desperdiciados, cuando pueden ganar un espacio extra al establecer terrazas verdes y generar lugares de relajación.
Muchas veces la gente tiene miedo a las plantas o a los jardines porque no sabe cómo manejarlos. Es investigar un poco más, establecer tipos de sustratos y plantas que se adecúen a la forma de vida de cada uno, porque si se trabaja de lunes a viernes y no se tiene tiempo para regar ciertas plantas, se puede utilizar algunas cactáceas o plantas de poca incidencia de riego.
¿Qué experiencias permitieron su acercamiento al uso del bambú?
Tuve la oportunidad de participar en dos workshops de bambú. Fue iniciativa de la arquitecta Tania Cerrón, quien tiene contacto con personas de otros países que trabajan con este material. Por ejemplo, trajo a una maestra de África, donde hacen carbón de bambú. Trajo también invitados de México, Martín Mortera, por ejemplo, y otro maestro que hace bicicletas de bambú. Su propósito es ampliar la visión del bambú como un material que además de la construcción, se puede usar de todas las formas posibles.
El segundo workshop me pareció mucho más divertido, nos internamos en Puerto Maldonado y vivimos allí entre bambú. Armábamos estructuras muy rápido. Armamos una habitación de dos por dos en un par de días. Tuvimos la experiencia de unos ponentes que nos explicaron cómo reforestaron zonas destruidas por la minería ilegal, ya que el bambú es uno de los mejores en recuperación de tierras, así como absorción de agua y minerales. Entonces, si tú te haces una taza de bambú, tienes minerales suficientes para tu cuerpo durante un año. Son cositas que nadie sabe.
¿Cómo surge su tema de investigación?
Precisamente ahí es donde nace mi tema de tesis, porque Martín comentó que con el temblor que hubo en su país, sufrieron muchísimo. Y él como arquitecto quería hacer algo, entonces se contactó con algunos bosques manejables para pedir material. Fue a las zonas afectadas donde y comenzó a trabajar. Al principio fue difícil porque enseñó a la gente cómo se debía construir. Pero una vez aprendieron, armaban dos o tres viviendas en un día.
Me gustó muchísimo su proyecto que quise hacerlo, pero con especies nativas, o sea, endémicas del Perú. Entonces mi idea es escoger tres especies nativas, porque en la selva se construye mucho con bambú y la gente de la selva sabe qué bambú sirve para construir y cuál no. Haciéndoles encuestas, tomaré tres especies y las llevaré al laboratorio, para hacer el análisis físico mecánico y determinar cómo puedo utilizarlas en vivienda modular de emergencia por ejemplo, esa es la idea principal de mi tesis.
¿Qué tan viable es el apoyo hacia proyectos de este tipo?
Es por falta de estudio, si tú demuestras con estudios que el material es noble, multifuncional y su huella de carbono es mínima en estos tiempos donde el cambio climático afecta a todos, yo creo que se puede trabajar y recibir apoyo no solo de inversión privada, sino también del Estado.
El Estado apoya investigación con bambú y eso es genial porque permite generar un plus para que el material no solo sea usado de forma estructural. Como China, que tiene potencial en su uso y su laminado, pero es caro porque el transporte incrementa su costo. Pero sería genial producir aquí laminados de bambú de alto tránsito y que suplan esa demanda del mercado.
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