INFORME
Escribe: Grover Lanza
La Semana de Alfabetización Mediática e Informacional, promovida por la UNESCO, se celebra a nivel mundial del 24 al 31 de octubre. Esta iniciativa busca capacitar a jóvenes y ciudadanos en general para que puedan discernir entre información veraz y falsa, un desafío en la era digital actual.
Juan Pablo Aguilar, gestor de proyectos de la UNESCO, explica que la organización tiene una preocupación especial por los jóvenes, quienes son los más expuestos a las redes y al mundo digital. "Es fundamental que sepan discernir la información correcta de la falsa y la verdadera de la errónea", afirma Aguilar.
Para abordar esta necesidad, la UNESCO ha organizado una serie de eventos que incluyen actividades lúdicas, académicas y seminarios. En la Universidad Nacional de San Agustín, en la Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación: se ha llevado a cabo una feria con cinco juegos diseñados para invitar a los jóvenes a reflexionar sobre la velocidad de la información que consumen. "Estos juegos no solo son divertidos, sino que también enseñan a los jóvenes a reconocer sus sesgos personales al momento de percibir la información", subraya Aguilar.
Uno de los juegos destacados es "Detectives IA", que desafía a los participantes a diferenciar entre contenido creado por inteligencia artificial y contenido real. Este juego pone a prueba la capacidad de los jóvenes para identificar imágenes que, aunque parecen auténticas, pueden haber sido generadas por algoritmos. "Las imágenes son cada vez más realistas y pueden llevarnos a cometer errores al asumirlas como verdaderas", advierte el gestor de proyectos.
Otro juego, titulado "Cinco tips para reconocer las fake news", enseña a los jóvenes a verificar las fuentes y cuestionar la viralidad de la información. Aguilar señala que "no todo lo que encontramos en las redes es necesariamente verdadero". A través de un cuestionario interactivo, los participantes pueden aprender a distinguir entre titulares de noticias verdaderas y falsas, lo que les ayuda a desarrollar un sentido crítico hacia las noticias que consumen.
Aguilar también menciona un juego que aborda la verificación de fuentes. "El reto para los jóvenes es verificar la información antes de darla por cierta", dice. Este ejercicio es para reflexionar sobre dónde buscar información confiable, especialmente en un contexto donde los motores de búsqueda priorizan la viralidad sobre la veracidad.
Aguilar también explica que, la UNESCO tiene planes de llevar esta dinámica a colegios emblemáticos, como la Gran Unidad Mariano Melgar y el Colegio Jorge Basadre. Aguilar enfatiza que es crucial que los jóvenes aprendan a "discernir el contenido que hay en internet".
Por la semana de alfabetización mediática e Iinformacional, organizada por la UNESCO, Pamela Corahua y Dioselyn, estudiantes de periodismo de tercer año de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), han destacado la importancia de fomentar un consumo crítico de la información. Este evento, se celebra a nivel internacional y busca sensibilizar a la ciudadanía sobre la necesidad de verificar las fuentes antes de compartir contenidos, especialmente en un contexto donde la desinformación se propaga rápidamente a través de las redes sociales.
Ambas comunicadoras enfatizan que “uno de los mayores retos en el ámbito de los medios hoy en día es la dificultad para corroborar la veracidad de la información”. Cada vez más, cualquier persona puede publicar contenido en línea, a menudo exagerando o distorsionando los hechos. Esta situación ha llevado a la difusión de información falsa, lo que resalta la necesidad convertirnos en consumidores críticos y conscientes de la información que se comparten por redes.
Para facilitar esta tarea, Corahua y Dioselyn, prepararon juegos dinámicos e interactivos, donde a través de un cuadro comparativo se distingue entre fuentes confiables y no confiables. Aunque las redes sociales a menudo son vistas como fuentes de desinformación, también existen perfiles verificados que ofrecen información fidedigna. Las estudiantes invitan a los ciudadanos a utilizar criterios claros y objetivos al evaluar la información, promoviendo así una cultura de veracidad y responsabilidad en el consumo mediático.
A medida que nos enfrentamos a un flujo constante de información, el mensaje es claro: "Es esencial aprender a desconfiar y a validar la información que encontramos en la red". Este enfoque busca informar, y también empoderar a las nuevas generaciones en el uso responsable de la información.
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