El volcán Sabancaya, cuyo nombre quechua
“Sahuancqueya” significa volcán que escupe, se encuentra ubicado a 70
km al noroeste de la ciudad de Arequipa (15° 48'S, 71° 52'O, figura
1.1), en la Cordillera Occidental de los Andes del Sur del Perú.
El edificio volcánico del Sabancaya es el más joven del Complejo Volcánico Ampato-Sabancaya.
En el área de influencia del volcán Sabancaya se tiene población e infraestructura vulnerable. En el valle del Colca, ubicado a poco más de 20 km al norte, hay cerca de 20 centros poblados, entre los que destacan, por su cercanía al volcán, los pueblos de Chivay, Yanque, Achoma, Maca, Ichupampa, Lari, Madrigal, Pinchollo y Cabanaconde.
La principal actividad económica de los pobladores es la agricultura y ganadería, sin embargo en los últimos años el Colca se ha constituido en uno de los más importantes destinos turísticos del Perú. Todas estas actividades económicas podrían ser afectadas por caídas de tefra y lahares secundarios. Por otro lado, cerca al volcán Sabancaya, se encuentra el canal del proyecto “Majes I”, que brinda de agua al complejo agrícola Majes-Siguas, las vías de acceso al valle y cañón del Colca, así como la línea de transmisión Socabaya-Mantaro, que forma parte del sistema interconectado nacional, y provee de energía a todo el sur del Perú.
Para la elaboración de los mapas de peligros se han considerado 3 escenarios eruptivos (Mariño, 2012; Mariño, et al., 2012): vulcaniano (VEI 1-2), vulcaniano a sub-pliniano (VEI 3), pliniano (VEI 4-5), y un escenario para una erupción efusiva. Estos escenarios están basados en los dinamismos eruptivos, la magnitud y frecuencia de las erupciones pasadas, así como el comportamiento de otros volcanes peruanos, considerados como «análogos» al Ampato-Sabancaya.

Figura 1: Flanco oriental del complejo volcánico Ampato-Sabancaya.
MAPAS DE PELIGROS MÚLTIPLES DE LA ZONA PROXIMAL
Los alcances de los flujos piroclásticos en los flancos del complejo volcánico se realizó con la metodología denominada “cono de energía” (Malin y Sheridan, 1982). Este método postula que el alcance horizontal (L) de un flujo piroclástico es función de la diferencia de alturas (H) entre el punto de generación del flujo y el punto de depósito. La relación H/L es un indicador de la movilidad del flujo. Se delimitaron los alcances de los flujos piroclásticos, utilizando el programa LAHARZ (Iverson et al., 1998; Schilling, 1998).
Para delimitar la zona de alto peligro (rojo en el mapa; figura 2; Mariño, 2012; Mariño, et al., 2012), se consideró 0.35 para la relación H/L y 250 m como valor de Ho. Los límites obtenidos se encuentran entre 1.5 y 3.5 km de distancia del cráter del Sabancaya. Para delimitar la zona de moderado peligro naranja en el mapa, se consideró 0.30 para la relación H/L y 500 m como valor de Ho. Los límites se encuentran entre 5 y 6 km en los flancos SE, E y NE; entre 3 y 4 al N; y menos de 2 km al SO del Sabancaya. Para delimitar la zona de bajo peligro, amarillo en el mapa, se consideró 0.20 para H/L y 500 m como valor de Ho. Los límites obtenidos están entre 9 y 12 km, a excepción del sector N, donde se encuentra a 7 km del complejo volcánico.

Figura 2: Mapa de peligros múltiples de la zona proximal del complejo volcánico Ampato-Sabancaya.
Para la zonificación de peligros por caídas piroclásticas se consideraron alcances de caídas piroclásticas del Sabancaya y otros volcanes que han tenido erupciones similares. También se tuvo en cuenta las direcciones predomiantes de vientos a 5865, 9690, 10960, 12445, 16645, 20662 y 26415 metros sobre el nivel del mar (msnm).
La zona de alto peligro, de color rojo en el mapa (figura 3; Mariño, 2012; Mariño, et al., 2012), se encuentra dentro de los 10 km de distancia. Puede ser afectada por caídas de ceniza de algunos centímetros de espesor durante erupciones pequeñas a moderadas (VEI 1-2), por caídas de ceniza de varios centímetros de espesor en erupciones medias (VEI 3), y por caídas de lapilli y bloques de pómez, de varios decímetros a algunos metros de espesor, en erupciones grandes (VEI 4-5). La zona de moderado peligro, color naranja en el mapa (figura 3), está entre 10 y 30 km de distancia. Puede ser afectada por caídas de ceniza de algunos milímetros de espesor durante erupciones pequeñas a moderadas (VEI 1-2), por caídas de ceniza de algunos centímetros de espesor en erupciones medias (VEI 3), y por caídas de ceniza, lapilli y bloques de pómez del orden de varios centímetros a decímetros de espesor en erupciones grandes (VEI 4-5). La zona de bajo peligro, color amarillo en el mapa (figura 3), abarca entre 30 y 50 km de distancia. Esta zona no será afectada por caídas de ceniza durante erupciones pequeñas a moderadas (VEI 1-2), pero si por caídas de ceniza de algunos milímetros de espesor en erupciones medias (VEI 3), y por caídas de ceniza de pocos centímetros de espesor en erupciones grandes (VEI 4-5).

Fig. 3: Mapa de peligros por caídas piroclásticas.
MAPA DE PELIGROS POR LAHARES Y AVALANCHAS DE ESCOMBROS
Las zonificación de las áreas de inundación por flujos de lodo (lahares) fue realizado por Bellot (2011), utilizando el programa LAHARZ (Iverson et al., 1998; Schilling, 1998). Este programa correlaciona el volumen de un evento lahárico y el área planimétrica y en sección transversal inundadas por un lahar.
En el mapa de peligros por lahares (figura 4; Mariño, 2012; Mariño, et al., 2012), la zona roja es considerada la zona de alto peligro, y corresponde a áreas que pueden ser afectadas por lahares de hasta 5 millones de m3, que podrían estar asociados a erupciones de baja a moderada magnitud (VEI 1-2). La zona naranja, denominada de moderado peligro, puede ser afectada por lahares de 10 millones de m3 y la zona amarilla, es considerada de bajo peligro, y puede ser afectada por lahares de 20 millones de m3. Los lahares de 10 y 20 millones de m3, podrían estar asociados a erupciones de gran magnitud (VEI ≥ 3), debiendo recalcar que la posibilidad de ocurrencia de tales erupciones es baja a muy baja.
También en este mapa se muestra el alcance de avalanchas de escombros generados por el colapso del volcán Ampato (figura 4). Para ello se consideró el valor 0.15 para la relación H/L. Bajo estos parámetros el límite de la avalancha de escombros alcanza su mayor distancia hacia el sector suroeste del Ampato, donde recorre entre 18 y 20 km. Hacia el sureste, este y oeste, alcanza entre 10 y 12 km de distancia. En el sector noreste el volcán Sabancaya actúa como una barrera topográfica e impide el desplazamiento de la avalancha (figura 4).

Figura 4. Mapa de peligros por emplazamiento de lahares y avalanchas de escombros (modificado de Nina, 2010).
Actividad Histórica Volcán Sabancaya
La descripción de la actividad histórica está basada en recopilación de crónicas, como aquellas de Zamácola y Jáuregui (1789), Travada y Córdova (1752), así como de catálogos del Global Volcanism Program (GVP del Smithsonian National Museum of Natural History).
En base a los reportes analizados, se tienen reportes de 3 erupciones en época histórica del volcán Sabancaya, los que han ocurrido los años 1750 d.C., 1784 d.C., y la última entre 1986 y 1998. Actualmente presenta ocasionalmente una leve actividad fumarólica.
Actividad eruptiva de 1750
En las crónicas de Travada y Cordoba (1752) se encuentran relatos de actividad eruptiva en la zona del complejo volcánico Ampato-Sabancaya, textualmente se dice que “El volcán de Ambato, como han corrompidos los españoles, está en la provincia de Collaguas a veinte y tantas leguas al occidente de la ciudad de Arequipa. Su altura será de tres cuartos de legua, con falda muy dilatada que transitando yo por su faldas hice mansión muy cerca y sentí aquella noche ruido que seria de peñas que escaladas del fuego que arde incesantemente bajan despeñadas de la altura en busca de su centro, allí, el volcán está perennemente ardiendo de día y de noche y que no hay noticia de haber hecho estragos en tiempos inmemoriables”. Según el catálogo del GVP se habría tratado de una erupción explosiva leve, sin embargo la descripción no permite diferenciar claramente si se trató de una erupción explosiva o efusiva.
Si bien se hace referencia al volcán “Ambato”, que en quechua significa “Sapo”, lo más probable es que se haya tratado de la erupción del volcán Sabancaya.
Actividad eruptiva de 1784
En el relato de Zamácola y Jáuregui (1804) se menciona lo que podría interpretarse como actividad eruptiva en el área del complejo volcánico Ampato-Sabancaya durante el día 11 de julio de 1784. Textualmente se lee: “Día, 11.- a las 9 y 56 minutos se sintió un temblor de tierra, con bastante remezón pero que no causó ningún daño. Se tuvo noticia de que el pueblo de Lari, jurisdicción de Caylloma, hay un cerro o volcán llamado Ambato, el que a efectos de estos terremotos, el volcán humea y bosteza fuego”. Este evento es posterior al gran terremoto del 13 de mayo de ese mismo año, el cual destruyó la ciudad de Arequipa.
También en este caso hace referencia al volcán “Ambato”, pero debió tratarse del volcán Sabancaya. Según el catálogo de GVP, también se habría tratado de una erupción explosiva leve, que generó daños o destrucción de la tierra y propiedades.
Actividad eruptiva de 1987 a 1998
Durante el mes de noviembre de 1986 se reportó importante incremento de la actividad fumarólica en el volcán Sabancaya, así como la apertura del cráter del volcán (Thouret et al., 1994). Entre mayo de 1990 y diciembre de 1994, la actividad del Sabancaya fue de tipo vulcaniano, con un VEI de 2, que consistió en explosiones separadas por periodos de 15 a 60 minutos, luego del cual se formaban columnas eruptivas de 0.5 a 3 km de altura en promedio (Thouret et al., 1994). Durante las explosiones se expulsaron proyectiles balísticos y ceniza (Guillande et al., 1992; Thouret et al., 1994). El periodo de mayor actividad se registró entre el 28 de mayo y 5 de junio de 1990. En este periodo la columna eruptiva alcanzó entre 3 y 5 km de altura sobre el cráter, los proyectiles balísticos eyectados alcanzaron algunos cientos de metros a 1 km de altura sobre el cráter, se reportaron caídas de lapilli entre 3 y 5 km del cráter y las cenizas fueron dispersadas entre 20 y 30 km al este del volcán, cubriendo alrededor de 250 km2 (Thouret et al., 1994, figura 1). El material juvenil eyectado tuvo composición andesítica a dacítica, y se estima que alcanzó un volumen de 25 millones de m3.
Por otro lado, los reportes del GVP), dan cuenta de columnas eruptivas mayores, de entre 6 y 7 km de altura sobre el cráter, los días 5 y 7 de junio de 1990 (http://www.volcano.si.edu/world/volcano.cfm?vnum=1504-006&volpage=var). También el día 7 los medios de comunicación reportaron presencia de una pluma volcánica en Arequipa y Puno, así como caídas de ceniza a más de 20 km de distancia, que provocó destrucción de pastos y contaminación de ríos, especialmente el río Sihuas ubicado a más de 40 km al sur del volcán Sabancaya. En el mismo reporte del GVP, se informa de acumulación de depósitos de caída de ceniza de hasta 1 cm de espesor, en un radio de 20 km alrededor del volcán.
Después de 5 meses del periodo de mayor actividad eruptiva, registrada entre mayo y junio de 1990, se generaron lahares en varias quebradas aledañas al volcán Sabancaya. Según un reporte del GVP (http://www.volcano.si.edu/world/volcano.cfm?vnum=1504-006&volpage=var), durante un sobrevuelo realizado el 10 de noviembre de 1991, se observó ceniza depositada en el Hualca Hualca, el cual provocó el derretimiento de la nieve y glaciares con la consiguiente generación de varios lahares. En este mismo reporte se da cuenta de lahares en el flanco norte del Hualca Hualca, que fueron a dar al río Colca, entre noviembre y diciembre de 1990. Actualmente se pueden observar depósitos de lahar asociados a esta actividad en la quebrada Pinchollo, en el flanco norte del Hualca Hualca, aproximadamente a 14 km al norte del cráter del Sabancaya (figura 3). Este depósito posee cerca de 3 m de espesor, está conformado por una matriz de ceniza (70%), que engloba bloques de diámetro centimétrico a decimétrico (30%, figura 4).
Posteriores reportes del GVP también dan cuenta de emplazamiento de lahares de poco volumen los días 9 y 10 de mayo de 1995, en las quebradas ubicadas en los flancos del volcán Ampato. Los lahares se originaron debido a la fusión del hielo provocado por las caídas de ceniza. Durante esos días la pluma eruptiva fue dispersada en dirección suroeste, sur y este, cubriendo gran parte del volcán Ampato.
La actividad eruptiva fue decreciendo hasta 1996 donde las explosiones eran raras o poco frecuentes y de menor intensidad. Sin embargo hay consenso en diversas publicaciones de que la actividad eruptiva continuó hasta por lo menos 1998 (Gerbe y Thouret, 2004). Según el catálogo del GVP, durante este último periodo se produjeron explosiones freáticas.
La erupción generó efectos negativos en el medioambiente y los poblados ubicados cerca al volcán Sabancaya. Se reportaron muerte de ganado, destrucción de cultivos y desplazamiento de familias enteras hacia zonas más seguras. Todo ello generó problemas sociales y económicos que no fueron atendidos por el Estado.

Figura 1. Dispersión de los productos de la erupción del volcán Sabancaya, 1987-1998. Tomado de Juvigné, et al. (2008).
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