En el Monasterio de Santa Teresa, ícono dentro de la arquitectura monumental de Arequipa, iniciará la transformación estructural de la pirámide a su imagen original , íntegra, pura, limpia, y sin ninguna alteración, ubicada en la zona de servicios, donde funcionará la cocina, lavandería, ropería, planchado y SS.HH.
La Puesta en valor del Monasterio es con el objetivo básico de recuperar las zonas que fueron severamente dañadas por el sismo del 23 de junio del 2001.
A la fecha, culminó la reconstrucción del II Sector de la nueva portería, allí se rehabilitó y adecuó los ambientes actuales para el funcionamiento de la portería externa e interna, el locutorio menor externo e interno, locutorios mayores y patio central.
También concluyó el Sector III que corresponde al muro de la Calle Peral, la intervención comprende la recuperación del oratorio del noviciado, claustro del noviciado, celda chiflón conocido como callejón, la ermita de Jerusalén, el atrio de la ermita, el atrio de la biblioteca, el corredor de la biblioteca y ermita, y el muro colindante con la Calle Peral.
La Puesta en Valor del Monasterio Santa de Teresa, por ser declarado Monumento Nacional de 1er Orden, “preciada joya arquitectónica”, y que forma parte del Centro Histórico, declarado como Patrimonio Cultura de la Humanidad; cuya construcción data a inicios del siglo XVII. El templo y los claustros de las celdas son de esa época. La zona de los depósitos destinada a la portería se edificó en la etapa final de ese tiempo.
El resto fue construido en diferentes épocas y con similares técnicas constructivas; en el caso específico de la zona del claustro del noviciado, la ermita de Jerusalén, datan de la primera mitad del siglo XIX. El muro de Peral originalmente se edificó a inicios del siglo XVIII, la que tuvo varias reconstrucciones debido a los daños causados por los terremotos.
La estructuración espacial del monasterio en su conjunto, está definida por la presencia de los claustros; el monumento al ser un lugar de clausura y privacidad, presenta un sistema constructivo robusto y la escala manejada denota el aislamiento del mundo exterior. Estas características están presentes en los monasterios de clausura de la ciudad.
En la ciudad de Arequipa, la naturaleza permitió contar con un material único en la región y también en el mundo, el denominado tufo volcánico o sillar, usado en las construcciones arquitectónicas. A ello se sumó el desarrollo de la arquitectura de raíces de Europa septentrional, de las cuales se tomó patrones y técnicas de la arquitectura romántica y árabe, mediante diferentes tipologías, los arcos, bóvedas y cúpulas; que ahora son parte en las edificaciones de la arquitectura mestiza arequipeña; dentro de la que encuentra el Monasterio de Santa Teresa, concurrido por turistas nacionales y extranjeros por la belleza de sus construcciones y por las piezas antiguas que posee como pinturas, orfebrería, porcelana y otros.
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Por: MVE
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